La Policía Nacional y la Guardia Civil amplían la búsqueda del joven de 15 años con discapacidad desaparecido en Morón de la Frontera (Sevilla) y que habría sido asesinado por su madre, según ella misma ha reconocido.

La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) se ha hecho cargo de la investigación y, a pesar de que está centrando los efectivos en la zona de Arroyomolinos (Madrid), por los primeros datos que dio la mujer, ahora amplía su radio unos 200 kilómetros, entre Talavera de la Reina (Toledo) y Carabias (Segovia).

Fuentes de la Policía Nacional también indican a laSexta que se ha decretado el secreto de las actuaciones por la Autoridad Judicial. Aun así, confirman que se está haciendo una inspección ocular en el piso de Morón en el que estuvieron la madre y el hijo durante el fin de semana.

Todo comenzó el domingo, cuando el padre denunció la desaparición del pequeño en la localidad sevillana. Se lo había llevado su madre, Macarena Díaz Ortega, de 38 años. Macarena fue vista ese mismo domingo por la noche en el Hotel Perales de Talavera de la Reina (provincia de Toledo) en compañía del niño, Antonio David Barroso.

El lunes por la mañana, fue interceptada en una gasolinera y detenida por la Guardia Civil en Carabias (Segovia), ya sin el menor. Allí confesó que había arrojado el cuerpo de su hijo y la silla de ruedas en un contenedor del sur de Madrid, en una zona de Móstoles cercana al centro comercial de Xanadú. Concretamente, especificó, "en una de las salidas de una carretera de entrada a Madrid, en unos contenedores junto a un edificio blanco".

Hasta el momento, la búsqueda ha sido infructuosa, mientras la Policía Nacional y la Guardia Civil también trabaja para hallar el cuerpo, con o sin vida, del adolescente. El mismo día que el joven desapareció, Díaz había discutido con su otra hija instantes antes de abandonar su vivienda en Morón. Tras la detención, la mujer ha sido ingresada en la planta de psiquiatría del hospital de Segovia por trastorno de bipolaridad.