Alquileres desorbitados
Alquilar una habitación, misión imposible: precios desorbitados y estafas impiden a los jóvenes asentarse en las ciudades
Los detalles Aunque la media por estancia se estima en 600 euros, según publicitan diferentes portales en internet, se pueden encontrar sumas mucho más sorprendentes por menos de 10 metros cuadrados.

Resumen IA supervisado
Alquilar una habitación en España se ha vuelto una tarea ardua para muchos estudiantes debido a los elevados precios y las estafas. Aunque el precio medio por habitación ronda los 600 euros, hay casos extremos como una habitación de seis metros cuadrados en L'Antiga Esquerra, Barcelona, por 620 euros, o una de 10 metros cuadrados en Madrid por 990 euros. Además de los altos precios, los estudiantes enfrentan el riesgo de ser estafados, como le ocurrió a Iván, un joven gallego que pagó una fianza por un piso inexistente en Madrid. Afortunadamente, con apoyo y una denuncia, logró resolver su situación para acceder a una beca.
* Resumen supervisado por periodistas.
Alquilar una habitación en España se ha convertido en una tarea casi imposible para muchos estudiantes que buscan asentarse en diferentes ciudades.
A la hora de buscar una vivienda de alquiler se pueden encontrar todo tipo de lugares y precios, algunos de ellos, de lo más desorbitados.
Aunque la media por habitación se estima en 600 euros, según publicitan diferentes portales en internet, se pueden encontrar sumas mucho más sorprendentes.
En L'Antiga Esquerra, en el barrio de L'Eixample de Barcelona, se ofrece una habitación, de las cinco que hay en total, por 620 euros al mes. Sin embargo, lo impactante es que su tamaño es de seis metros cuadrados. Por otro lado, una habitación de 10 metros cuadrados en Madrid se alquila por 990 euros.
Por su parte, Iván, un joven gallego, ha relatado a laSexta que fue estafado tras reservar un piso en la capital española. Cuando pagó la fianza y un mes de alquiler, este se desplazó hasta Madrid y descubrió que ni el casero ni la vivienda existían.
Otro de los problemas a los que se tuvo que enfrentar es que había conseguido una beca a la que no podía acceder si no presentaba un contrato en el que constara que vivía en la ciudad. No obstante, la denuncia que impuso y una oleada de apoyo le sirvieron para solucionar el trámite.