Negocio con la necesidad
Solicitantes de asilo pagan por citas previas en un mercado negro que se aprovecha de la desesperación: "Me han negado la protección"
Los detalles Con las oficinas de asilo colapsadas, los estafadores se lucran aprovechándose de la desesperación de las personas más vulnerables. "Lo que más duele son los 300 euros que pagué de antemano porque llegué aquí con el dinero justo", dice un afectado.

Resumen IA supervisado
Las oficinas de asilo enfrentan un problema creciente: la dificultad para obtener citas previas han dado lugar a un mercado negro. Muchas personas, desesperadas por solicitar asilo, se ven obligadas a pagar hasta 500 euros por una cita que debería ser gratuita. Este mercado clandestino se aprovecha de la vulnerabilidad de los solicitantes, quienes desconocen a quién pagan o cómo se gestionan las reservas. David Correa, un solicitante de asilo colombiano, pagó 300 euros. La abogada María José Moreno insta a denunciar estas prácticas, que perjudican especialmente a los más vulnerables.
* Resumen supervisado por periodistas.
Las colas en las oficinas de asilo son algo habitual, pero laSexta ha comprobado que algunas de las personas que se encuentran a la espera han pagado cientos de euros por conseguir una cita previa en un trámite tan sensible como es pedir asilo y protección.
En 2024 hubo 242.000 solicitudes pendientes de asilo. El proceso debería ser sencillo. Acudir a la oficina de asilo, ponerse a la cola y esperar a ser atendido. Para que eso ocurra hay que conseguir antes una cita, algo que no es tarea fácil lo que lleva a la gente, desesperada, a pagar por obtenerla. Un auténtico mercado negro en el que hay estafadores que se aprovechan de la desesperación.
Los afectados prefieren no identificarse, pero sí reconocen que han llegado a pagar hasta 500 euros por conseguir la cita previa. Eso sí, desconocen a quién se la pagan y como hacen la reserva. "Te consiguen las citas, te las muestran y si tú les cancelas el dinero te mandan el correo anular de la cita", denuncia uno de ellos.
"Venden la cita, pero nunca dan la cara"
David Correa fue uno de los que pagó para conseguir ser atendido cuando llegó de Colombia huyendo de la violencia. "Buscamos grupos de Facebook en Wallapop que también se anuncian. Ellos venden la cita, pero nunca dan la cara". Luego le confirmaron el precio por mensaje: 300 euros y un adelanto para comenzar el proceso. "Lo que más duele son los 300 euros de llegada porque nosotros llegamos aquí casi que con el dinero justo", asegura.
Y después de pagar, nadie les garantiza que se conceda. De hecho, al propio David le denegaron el asilo. "Me han negado la protección. Es importante que las personas denuncien qué han tenido que comprar o la cantidad que han tenido que pagar para acceder a esa cita porque nadie sabe muy bien qué hay detrás", explica la abogada María José Moreno.
El negocio de las citas previas se ha convertido en un mercado negro que expulsa más todavía a los más vulnerables.