Texas prohibirá interrumpir el embarazo a partir de las seis semanas de gestación, momento en el que empieza el latido del corazón. Así lo anunció la pasada semana el gobernador, Greg Abbott: "La vida de todo bebé no nacido, cuyo corazón lata, estará a salvo de los estragos del aborto". No hay excepciones ni para violaciones ni para casos de incesto. La ley, además, da poder a los ciudadanos para perseguir a cualquiera que ayude a abortar.

El aborto libre y seguro retrocede así un paso en Estados Unidos, a pesar de que el país lo incluye como un derecho constitucional desde hace 48 años. Texas es solo el primer paso. El Senado estatal ha aprobado otra ley que prohíbe totalmente los abortos y convierte en delito practicarlos o ayudar a que se produzcan.

"Esto podría significar que amigos o familia que hubieran ayudado a una mujer apagar un aborto, a acceder a él o que la hayan llevado a la clínica, pueden ser demandados por cualquier ciudadano de dentro o fuera del estado", ha explicado Carisa López, portavoz de 'Texas Freedom Network'.

Los médicos se enfrentarían a multas de 100.000 dólares o incluso la cadena perpetua si practican abortos. Se trata de una ley está aprobada que, previsiblemente, no entrará en vigor, ya que para que se active el Supremo deberá tumbar la doctrina existente sobre el aborto, basada en la sentencia Roe contra Wade de 1973.

"En esta sentencia, el Tribunal Supremo, utilizando el derecho de privacidad de las mujeres, definió como legal y constitucional la interrupción del aborto dentro de unos límites", ha relatado Pedro Rodríguez, analista de laSexta y profesor de la Universidad de Comillas.

Pese a esa jurisprudencia, varios estados llevan años forzando leyes que restringen el derecho al aborto. Ahora, una de ellas ha llegado al Supremo, y tendrá que decidir si se ratifica o no en ese derecho. La corte, tras los nombramientos de Trump, tiene seis jueces conservadores y tres progresistas.

"Abre la posibilidad, una posibilidad bastante fundamentada en el balance ideológico, la composición del actual Tribunal, que cambie este precedente dictado en 1973", ha destacado el experto.

En total, diez estados ya han aprobado leyes gatillo para prohibir el aborto si cae Roe contra Wade y otros 12 se plantean hacerlo si cambia la doctrina del Supremo. El 41% de las mujeres en edad fértil vivirían en lugares donde no se podría acceder a una clínica abortista. Sin el paraguas del Supremo quedarán abandonadas a su suerte.