Hoy llega a Barcelona, Málaga o Alicante... pero cuando se inauguró el AVE, su único recorrido era el Madrid-Sevilla. Fue hace, exactamente, 30 años y conectaba a una España sin móviles, sin ley antitabaco y en la que se pagaba en pesetas.

Concretamente, seis mil, lo que hoy serían 36 euros, por hacer ese primer viaje que se conmemora este jueves.

Pero, hace 30 años, el AVE era sólo una maqueta, una recreación que nos enseñaban por ordenador. El 21 de abril de 1992 llegó el futuro del ferrocarril en España.

Cabinas y tabaco en los vagones

Era tan moderno, el tren, que tenía cabinas de teléfono dentro. Era tan moderno, el tren, que había quien viajaba con su propio ordenador portátil. Casi ciencia ficción en aquella España.

Se fumaba en los vagones, por supuesto. Y las maletas todavía eran bultos con los que se cargaba, nada de ruedas.

Por seis mil pesetas, ibas de Madrid a Sevilla en 3 horas, la mitad de tiempo que antes. Pero, por entonces, no todo el mundo tenía tanta prisa... y no le veía ventajas a ahorrarse tiempo.

Tanto que los usuarios se quejaban de la puntualidad del AVE, porque no llegaban a cogerlo a tiempo en la estación. Aunque si hubo un lugar en el que el AVE fue una auténtica revolución fue en Ciudad Real. La gente iba sin billete a la estación a ver pasar los trenes. Se hacían fotos con él.

El ejército acampó en las vías para protegerlo de ETA

No todo fue de color de rosa. También hubo problemas. La policía tuvo que escoltar al AVE durante sus primeros viajes. Junto a las vías, durante su recorrido, el ejército acampó para vigilar que no hubiera ningún atentado de ETA.

En las mesas venía incluido un tablero de ajedrez. Y para los niños, se sacaba una bandeja extra... con el juego de la oca. Pero entocnes se llevaba la baraja española. No había móviles ni tablets. Se era más de jugar al mus.