Cameron reconoce haber tardado demasiado en dar explicaciones. "Acepto las críticas por no responder más rápido sobre esto", ha afirmado.

Aunque se defiende diciendo que estaba muy enfadado por haber manchado la memoria de su padre: "Sé que era un hombre trabajador, un padre maravilloso y estoy orgulloso de todo lo que él hizo".

Insiste en que no hay nada de malo en que alguien le quiera dar dinero a sus hijos: "No era una sociedad familiar, era un fondo comercial y de inversión para cualquier inversor. Esta es una práctica habitual y generalizada y no es para evadir impuestos".

Pero para la oposición las explicaciones no han sido suficientes y le recriminan que haya ciudadanos de primera y segunda categoría. Entorna el mea culpa a medias pero su primera reacción tras conocerse el escándalo fue negarlo y solo dos días después lo desmentía.

Con su declaración ya publicada, anuncia una Ley para perseguir a bufetes y bancos que facilitan la evasión fiscal.