Política migratoria
Las trampas del plan antimigratorio de Feijóo: ni hay ayudas para todos ni traen más delincuencia
Los detalles El plan para la migración que ha presentado Feijóo se basa en dos mantras que escuchamos a menudo: 'los migrantes se quedan con el dinero de las ayudas públicas' y 'la migración trae más delincuencia'. Dos ideas tramposas que se desmontan con datos.

Resumen IA supervisado
El discurso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre migración ha adoptado posturas antimigratorias, similares a las de la ultraderecha, que incluyen deshumanización y criminalización de migrantes. Feijóo sugiere que los migrantes acaparan ayudas públicas como el Ingreso Mínimo Vital, lo cual es falso, ya que el 83% de los beneficiarios son españoles. También perpetúa el mito de que la migración incrementa la delincuencia, aunque la legislación ya contempla la expulsión en casos de delitos graves. Además, propone un visado por puntos inspirado en modelos de otros países, diferenciando entre migrantes deseados y no deseados, sin aclarar cómo se ajustaría a la normativa europea. La ministra de Inclusión, Elma Saiz, critica esta postura, señalando que fomenta preocupaciones infundadas y culpa injustamente a los migrantes.
* Resumen supervisado por periodistas.
De nuevo el PP juega con ideas que no son ciertas. El discurso de Alberto Núñez Feijóo este fin de semana sobre su plan migratorio ha dejado titulares llamativos. Pero, ¿qué hay de realidad en ellos? ¿Se quedan con las ayudas públicas? ¿Los migrantes traen delincuencia? ¿Se puede establecer un visado por puntos? ¿Qué es para el PP la tolerancia cero?
El líder del PP ha comprado el discurso antimigratorio de la ultraderecha, mezclando deshumanización y criminalización del migrante y sus países de origen.
En primer lugar hacen una llamada a los preocupados por el bolsillo, los impuestos y esa vieja crítica del 'café para todos'. Los 'populares' deslizan la idea de que los migrantes se quedan con el dinero de las ayudas públicas, como el Ingreso Mínimo Vital. Falso. Los datos son claros. El 83% de los hogares que reciben el IMV son españoles.
"Cualquiera puede entrar ilegalmente y sin voluntad de trabajar, empadronarse, pedir el arraigo sin requisitos de permanencia ni contrato y luego pedir ayudas como la del ingreso mínimo vital", decía Feijóo hace unas horas. Una afirmación que parece vincular la inmigración ilegal con las ayudas. Pero para obtener el arraigo se necesitan tres años con padrón y una oferta de trabajo. Sí que habrá por tanto voluntad de trabajar.
Y a esto el presidente andaluz Juanma Moreno (PP) añadía que el cobro de los subsidios puede generar "un efecto llamada". Sin embargo, uno de los requisitos fundamentales para cobrar la ayuda es tener una residencia legal durante al menos un año.
Otra idea tramposa que se desmonta fácilmente con datos es la de que la migración trae más delincuencia y que el PP de Feijóo expulsará a los delincuentes. Pero tampoco es cierto ni nuevo. En primer lugar, ya se exige carecer de antecedentes para tener acceso a la documentación. En segundo lugar, la legislación ya contempla la expulsión en casos de delito grave o de multirreincidencia. Y en el caso de delitos leves se podría incurrir en un abuso institucional al intentar hacerlo, diferenciando entre unos ciudadanos y otros.
Tampoco es cierto el mantra que repiten los populares de que la migración "está descontrolada". Lo cierto es que el 94% de las llegadas de personas al país se produce por vías regulares.
En cuanto al visado por puntos, anuncio estrella del PP, Feijóo era contundente: "No tendrán visado las personas que vengan de países que no se comprometan a mantener el orden". Se trata de una vieja propuesta inspirada en el modelo de Canadá, Australia y Reino Unido. Un sistema que según los 'populares' permitirá "premiar la entrada de quien quiera trabajar en sectores con falta de mano de obra", de quienes "conozcan mejor la cultura" y tengan una mejor "capacidad de integración".
Así, el PP diferencia entre los migrantes deseados y los no deseados, entre migrantes de primera y de segunda. Y no detalla cómo podría compaginar ese visado con los valores constitucionales y con la normativa europea e internacional. ¿Con qué baremo se decidiría qué migrante es válido, quién está suficientemente integrado?
"Están creando una preocupación. Están dejando languidecer los servicios públicos y señalando luego a los migrantes como culpables", ha señalado la ministra de Inclusión, Elma Saiz, en una entrevista este lunes en Al Rojo Vivo.
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