El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ya ha advertido que su partido se plantea ir a la investidura sin haber conseguido los apoyos suficientes porque considera que a España le urge formar un gobierno cuanto antes.

El PSOE está dispuesto a poner en marcha "el reloj de la democracia en julio", para que empiecen a contar los plazos par formar gobierno y no alargarlo demasiado. De esta manera, podría presionar a Ciudadanos o al PP para que se abstengan en una segunda votación y así se evite una repetición de elecciones.

Si finalmente Pedro Sánchez presenta a la Cámara su propuesta de convertirse en presidente del Gobierno en julio, el reloj comenzaría a correr y septiembre sería la fecha límite para formar gobierno. Desde la primera votación hasta la convocatoria de elecciones solo pueden pasar dos meses.

"Si transcurren dos meses a partir de la primera votación de investidura y ningún candidato propuesto hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Presidente de la Cámara someterá a la firma del Rey el Decreto de disolución de las Cortes Generales y de convocatoria de elecciones y lo comunicará al Presidente del Senado", se aclara en el artículo 172 del reglamento del Congreso.

Antes de ello, Pedro Sánchez se someterá a una votación para encontrar apoyos. Si en ella obtuviera el voto de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso, se entendería otorgada la confianza del Congreso. Para conseguir esta mayoría absoluta, el secretario general del PSOE necesitaría el apoyo de los independentistas, además del de Unidas Podemos y otros grupos parlamentarios.

En caso de no conseguir mayoría absoluta, 48 horas después se procede a una nueva votación en la que para conseguir la confianza sólo necesita una mayoría simple. En este supuesto solo necesitaría la abstención de Ciudadanos o del PP.