El etarra José Luis Erostegui Bidaguren, el último de los miembros del comando que secuestró al funcionario de prisiones José Ortega Lara y participó en el asesinato de varios guardias civiles, ha salido de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Erostegui Bidaguren es el último de los miembros del comando que secuestro al funcionario de prisiones que sale de la cárcel tras cumplir 23 años de condena, todos ellos en primer grado.
El etarra ha abandonado la prisión manchega a las 9:15 horas, a cuyas puertas han acudido tres familiares, que lo han recibido con muestras de alegría. José Luis Erostegui ha salido sólo del penal manchego, con todas sus pertenencias en una pequeña bolsa acompañado de dos funcionarios, tras lo cual ha abandonado el lugar en el vehículo de sus familiares.
El etarra fue detenido el 30 de junio de 1997 en una operación realizada por la Guardia Civil que finalizó con el rescate del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que permaneció secuestrado en el zulo de ETA durante 532 días.
Formaba parte, junto con Josu Uribetxeberria Bolinaga, José Miguel Gaztelu Ochandorena y Javier Ugarte Villar, todos ellos condenados a 32 años, del comando que mantuvo secuestrado al funcionario y a los que también se juzgó por el secuestro del empresario vasco Julio Iglesias Zamora, por el que fue condenado a 14 años de prisión.
Por cumplimiento de penas también abandonaron la cárcel José Miguel Gaztelu Ochandorena, en agosto de 2017, y Javier Ugarte Villar, en julio de 2019, mientras que Jesús María Uribecheverria Bolinaga, falleció tras ser puesto en libertad por padecer una grave enfermedad.
La Audiencia Nacional también condenó a 17 años de cárcel a José Luis Erostegui Bidaguren, compañero del fallecido Josu Uribetxerria Bolinaga en el 'comando Bellotxa', por el asesinato del cabo primero de la guardia civil Antonio Ramos Ramírez el 8 de junio de 1986 en Mondragón (Guipúzcoa).
Erostegui Bidaguren también fue condenado junto con Uribetxeberria Bolinaga y Gaztelu Ochandorena, a penas que suman 145 años de prisión, para cada uno de ellos, por el atentado perpetrado por medio de una bomba activada a distancia contra una patrulla de la Guardia Civil en Oñati (Guipúzcoa) el 14 de julio de 1987.
La explosión destrozó completamente uno de los vehículos y dos guardias civiles, Antonio López Martínez Colmenero y Pedro Galnares, fallecieron en el acto, mientras que otros 12 agentes resultaron heridos.
El etarra también fue condenado a 33 años de prisión por la muerte del guardia civil Mario Leal Baquero, asesinado a tiros en su coche, en el aparcamiento de la estación de Renfe de Mondragón, por miembros del comando Txantxangorri la madrugada del 5 de diciembre de 1985.