El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado la devolución a Marruecos de los 116 migrantes que saltaron la valla de Ceuta el pasado 22 de agosto, afirmando que esta acción "mandó un mensaje claro" a las "organizaciones criminales que trafican con personas".

"El mensaje es que la inmigración ordenada, segura y legal es posible y deseable, pero no la ilegal y violenta", ha destacado, para después reivindicar la "seguridad y protección" de las fronteras de España con Marruecos desde el respeto a los derechos humanos. "Seguridad sí, pero sobre todo humanidad, pero humanidad no es igual a permisividad", ha agregado el responsable de Interior, que este miércoles 29 de agosto ha comparecido en el Congreso.

Grande-Marlaska ha acudido a la Cámara Baja a petición propia tras la "reactivación" del Acuerdo de Readmisión firmado en 1992 entre España y Marruecos, en virtud del cual los 116 migrantes subsaharianos que recientemente saltaron la valla fronteriza de Ceuta fueron devueltos al país magrebí apenas 24 horas más tarde.

El convenio permite a España entregar al país vecino a quienes han accedido de manera irregular a territorio español desde allí, independientemente de su país de origen. La aplicación de este acuerdo, según ha explicado el ministro, se debe a que tanto España como Marruecos "han querido mandar un mensaje claro" a las mafias dedicadas a la trata de seres humanos. "No vamos a permitir la inmigración violenta que atenta contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", ha resaltado.

Grande-Marlaska ha destacado que la reactivación del acuerdo por parte de Marruecos "por lo general, no ha sido aceptada", solamente ha aceptado hacerlo "en casos específicos". Durante su intervención, ha hecho hincapié en el impulso de la cooperación y de las relaciones entre Maruecos y España desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, pero ha indicado que "no ha habido ningún pago" al país alauí a cambio de readmitir a este centenar de personas.

"Marruecos es un país muy serio", ha contestado ante las quejas de algunos grupos parlamentarios, como Unidos Podemos, cuya portavoz adjunta, Ione Belarra, ha acusado al Ejecutivo de "vulnerar de manera flagrante" la legislación internacional sobre derechos humanos. "Recuerda a las peores prácticas del PP, nos asombra y alarma", ha remarcado la diputada. También el diputado de ERC Gabriel Rufián ha cuestionado al ministro "que ha cambiado" para que el PSOE "pase de ser un Gobierno decente a ser una marca blanca del PP y Ciudadanos".

Para justificar las devoluciones, Grande-Marlaska ha insistido en las condiciones de "absoluta violencia" del "asalto" a la valla de Ceuta tanto el pasado 26 de julio por parte de 602 migrantes, así como el pasado 22 de agosto por parte de más de cien personas. "La humanidad y la solidaridad no pueden convenir con las entradas violentas", ha manifestado, para después pedir que "no se caiga en justificaciones" porque "la mayoría" de las personas que acceden a España "son pacíficas".