El Rodalies, el servicio ferroviario que cubre la red de trenes de corta distancia en Cataluña, pasará a ser una competencia integral de la Generalitat. Por ello, la gestión de la red será asumida íntegramente por la administración catalana, según los acuerdos de investidura entre PSOE y ERC anunciados este jueves.

El servicio de trenes es el equivalente al servicio de trenes de Cercanías en Madrid en la región catalana. En total, la red atiende a 166 municipios, conectándolos con las capitales de provincia y con Barcelona, lo que permite atender a más de 5,3 millones de personas, un 71% respecto a la población total de Catalunya.

Qué es y cómo funciona

Cabe resaltar que el documento 'Actualización del Plan de Rodalies de Catalunya (2020-2030)' ofrece la radiografía más reciente del servicio. Según el texto, la red tiene una longitud de 1.119 kilómetros y 200 estaciones, según el citado documento, siendo en algunos tramos y en determinadas estaciones de uso exclusivo de servicios de Rodalies.

En el núcleo de Barcelona, el peso de las circulaciones de Rodalies supone más del 77% de las circulaciones totales y los principales flujos interurbanos se producen entre Barcelona y el resto del área metropolitana, con 1,3 millones de desplazamientos. En relación con el estado de la vía, la antigüedad de la vía en la Red de Cercanías es muy diversa en función de las diferentes actuaciones de mantenimiento realizadas en cada tramo.

Qué supone el traspaso de Rodalies

La gestión del servicio Rodalies ha sido una de las grandes polémicas en la Generalitat y la administración ha reivindicado su control y su falta de inversión de parte del Gobierno central. Hasta 2020 ha estado en manos del Ministerio de Transportes y, según critica la autonomía, este funcionamiento ha supuesto que el servicio se degrade con retrasos y cancelaciones graves cuatro de cada cinco días.

No obstante, a partir del año 2020, la titularidad de Rodalies pasó a ser de la Generalitat, pero el operador seguía siendo de Renfe, empresa que pertenece al Gobierno. Por tanto, los recursos no se habían traspasado en su totalidad al Gobierno catalán. El nuevo acuerdo supone un traspaso integral del servicio que incluye el traspaso económico y de la infraestructura (vías, trenes y catenarias) y desde la autonomía, buscan mejorar el funcionamiento y agilizar la gestión del servicio de transporte público.

No obstante, hay algunos actores políticos que se han mostrado en contra de esta decisión. Concretamente, el presidente de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha asegurado que el traspaso de Rodalies "es una locura" y que el servicio no mejorará.

En una publicación en 'X' recogida por Europa Press, también ha criticado que, con el traspaso de la infraestructura de trenes, "aislarán una red estratégica". "Cuando siga funcionando mal o peor, dirán que España no da medios para gestionar bien las competencias traspasadas", ha concluido.