Los presos del procés ya están fuera de prisión. Pasadas las 12:00 horas, Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Jordi Turull, Joaquim Forn, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, los líderes catalanes condenados por el Tribunal Supremo en 2019 a penas de entre nueve y 13 años por los intentos de proclamar la independencia del territorio, han sido excarcelados. Todo después de que este martes el Consejo de Ministros aprobase la concesión de indultos para cada uno de ellos en busca de un nuevo espacio de concordia y diálogo con Cataluña.

Así, los hombres han abandonado a mediodía el Centro Penitenciario de Lledoners, en Barcelona -donde se encontraban hasta el día de hoy cumpliendo sus penas-. Prácticamente al mismo tiempo, Forcadell ha salido de la cárcel Wad-Ras, también ubicada en la provincia barcelonesa, y Bassa de Puig de les Basses, prisión localizada en Girona. En los tres recintos se habían arremolinado durante las horas previas personas afines al independentismo, medios de comunicación e incluso líderes políticos de diferentes formaciones para recibir a los hasta ahora presos.

La primera en salir ha sido Forcadell. Bajo un paraguas y ataviada con una mascarilla, la expresidenta del Parlament catalán ha sido recibida entre aplausos y se ha dedicado a abrazar con gran entusiasmo a todos los presentes a las puertas de Wad-Ras, entre los que se encontraban dirigentes de la talla de Laura Borràs, Roger Torrent o Marta Vilalta. Al grito de "Carme" y "amnistía", ha dado las gracias por las muestras de apoyo y ha asegurado que el objetivo ahora es "conseguir el fin de la represión para todos los exiliados y represaliados". Forcadell ha reconocido que el indulto "es un paso hacia este camino" y ha precisado: "No es una gran victoria, pero es una victoria". "Hagamos servir esta pequeña victoria para conseguir nuestra gran victoria", ha subrayado.

Pocos minutos después han salido los políticos presos de Lledoners. También lo han hecho bajo una sonora ovación, esteladas y gritos de "libertad presos políticos" e "independencia". Y con la presencia del actual president de la Generalitat, Pere Aragonès. En los primeros instantes, un multitudinario grupo de personas se ha abalanzado sobre ellos como muestra de apoyo. Estos han respondido emocionados con abrazos, breves intercambios de palabras y fotos, al tiempo que aseguraban que se encontraban bien y alegres de haber sido puestos en libertad. Superada la euforia inicial, los ya expresos han declarado ante los presentes recordando con fervor el motivo por el que se encontraban allí cumpliendo sus respectivas condenas.

El primero en hablar ha sido Jordi Cuixart, exlíder de Òmnium Cultural ha aseverado que hoy es un día "para reafirmarse, para seguir luchando sin dejar a nadie atrás" y se ha mostrado tajante a la hora de afirmar que "la represión" no les ha "vencido" ni lo hará: "No existe indulto que haga callar al pueblo de Cataluña". Y ha lanzado una advertencia: "Querían que perdiésemos todo y lo único que hemos perdido ha sido el miedo". El siguiente en expresarse, en una línea muy similar a Cuixart -con el que por cierto ha compartido un simbólico abrazo- ha sido Jordi Sànchez. "No iremos hacia atrás. No aceptaremos ningún silencio a cambio de ningún indulto", ha declarado el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).

Abrazo y saludo de Jordi Sànchez (izq.) y Jordi Cuixart (der.) ante un grupo de personas a las puertas de Lledoners

"Nuestra salida es también un homenaje a toda la gente del exilio", ha incidido Sànchez. Joaquim Forn ha tomado el testigo para confirmar la declaración de intenciones de sus compañeros: "Seguiremos luchando por la independencia". "Salimos con unas convicciones inamovibles. Seguimos pensando lo mismo, somos más fuertes que nunca. Seguiremos luchando por la independencia contra toda forma de represión y por el retorno de los presos políticos", ha exclamado el exconseller de Interior de la Generalitat. También Josep Rull cree que han salido de prisión con sus convicciones "más fuertes que nunca".

A las puertas de Lledoners, el exconseller de Territorio y Sostenibilidad no ha dudado en remarcar: "Si vosotros no tuvisteis derecho el 1-O, nosotros no tenemos derecho a tener miedo". Y ha concluido su intervención reafirmando su deseo de seguir "luchando para conseguir la independencia de Cataluña". "Y ganaremos", ha añadido. Jordi Turull, por su parte, ha querido recordar durante su declaración a los "exiliados" catalanes por los intentos de declarar la república en Cataluña: "Hasta que no sean libres nuestra libertad no será una libertad plena", ha asegurado el exconseller de Presidencia y portavoz del Govern, argumentando, como lo han hecho sus compañeros, que su compromiso "para completar lo que comenzó el 1-O no es ni condicionado, ni revisable ni parcial".

La república no es una opción, es una necesidad"

Raül Romeva (exconseller de Asuntos Exteriores)

Raül Romeva se ha puesto frente a ese micrófono provisional para avisar de que "hoy no se acaba nada". El exconseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia se ha referido con estas palabras a las "3.000 personas que siguen pendientes de procesos y juicios", y a los que ha querido rendir homenaje: "Estas personas deben saber que estaremos a su lado". Tampoco olvida los motivos de su encarcelación: "Salimos a trabajar por la libertad, la amnistía, la autodeterminación y la república. Si creen que cerrándonos en las cárceles acabarán con nuestras ganas es que se han equivocado de pueblo y de época", y ha zanjado: "La república no es una opción, es una necesidad".

Junqueras apuesta por la política

El último en manifestarse ante las puertas del Centro Penitenciario de Lledoners ha sido Oriol Junqueras. El exvicepresident de la Generalitat ha reivindicado la independencia de Cataluña y la amnistía, aunque ha abogado por apostar la política. "La independencia es la libertad de este país", ha confirmado al tiempo que ha dicho que "todo continúa". "Hoy somos nueve personas más las que nos sumamos al compromiso y el esfuerzo del trabajo por la libertad de este país; compromiso de trabajar por todos los represaliados y por la libertad de este país", ha argumentado Junqueras, aprovechando sus últimos segundos para dejar claro que la cárcel no les "pliega ante nada": "Refuerza todas nuestras convicciones". Tras poner fin a su intervención, los siete presos del procés se han unido en una fila para entonar, junto a los allí presentes, 'Els Segadors', himno oficial de Cataluña.

La última en salir de prisión ha sido Dolors Bassa con unos minutos de diferencia respecto a los otros. También, como ha sucedido en el resto de casos, ha sido recibida por un grupo de personas -entre las que se encontraban familiares, independentistas y líderes políticos- que se han lanzado a celebrar su excarcelación una vez ha puesto un pie fuera de prisión. Ante este grupo, la exconsellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia se ha mostrado rotunda a la hora de decir que "la represión no ha acabado", si bien ha admitido que los indultos han supuesto "un primero paso para abrir la puerta a hacer las cosas a través de la política". No obstante, ha recalcado: "Solo salimos nueve personas, pero hay muchas encausadas".

Ya en declaraciones a laSexta, se ha dirigido a Pedro Sánchez y al Gobierno para criticar que "han tardado mucho" en poner en marcha esta solución: "Podían haberlo hecho hace mucho tiempo, y el Consejo de Europa ya está reclamando también que se quite la euroorden y que las personas exiliadas puedan venir". Para Bassa, tres años y medio de prisión "son bastantes", recordando que "no hubo muertes, no hubo nada": "No hemos cometido delito". Antes de concluir, ha remarcado nuevamente que, aunque el indulto "es un gesto" con el que salen de prisión, esto "continúa".

Aun con la puesta en libertad de los nueve condenados por delitos de sedición y malversación, los indultos, según quiso remarcar el Gobierno, son de carácter parcial. Esto quiere decir que se mantiene en todos ellos la inhabilitación absoluta para ejercer en política el tiempo que reste de la condena. Asimismo, las medidas de gracia están sujetas a la condición de que ninguno de ellos vuelva a cometer un delito grave en un plazo de tres a seis años, según las penas a las que fueron sentenciados: Junqueras, a 13 años de cárcel y 13 años de inhabilitación absoluta; Turull, Bassa y Romeva, a 12 años de prisión y 12 de inhabilitación absoluta; Forcadell, a 11 años y 6 meses de prisión e igual tiempo de inhabilitación absoluta; Forn y Rull, a diez años y seis meses de prisión, y también a diez años y seis meses de inhabilitación absoluta; y Sànchez y Cuixart, a nueve años de prisión y nueve de inhabilitación absoluta.