La Policía Nacional sospecha de que en Cataluña hay más casos de espionaje ilegal a políticos que están investigando más allá de la conversación grabada en un restaurante entre la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, y la exnovia del Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez Martín.
Según ha publicado este jueves 'La Vanguardia', la policía lleva cabo averiguaciones para comprobar si existe una red de espionaje que podrían afectar a varios partidos políticos con "horas y horas de grabaciones ilegales", y para ver si la agencia de detectives 'Método 3' hizo varias operaciones de este tipo en dos restaurantes de Barcelona.
Camacho anunció este miércoles que demandará a esta agencia de detectives por estas supuestas escuchas ilegales a las que fue sometida durante un encuentro en 2010 con la exnovia del hijo mayor del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol.
Por su parte, el diputado del PSC en el Congreso y exsecretario de Organización del partido, José Zaragoza, negó que el partido haya contratado a Método 3 y también anunció que se querellará para defender su "derecho al honor" por las informaciones que le acusan de espiar al PP.
En esa conversación en el restaurante La Camarga de Barcelona, Maria Victoria Alvarez Martín explicó a Camacho, entre otras cosas, que el hijo mayor de Pujol viajaba periódicamente a Andorra y que en uno de esos viajes vio que llevaba fajos de billetes de 500 euros.
Una detective de 'Método3' admite haber trabajado para el PSC
La detective y exdirectora de seguridad de ‘Método 3’ Elisenda Villena admite haber trabajado para el PSC para hacer un "barrido" en su sede, pero niega que haya realizado escuchas relacionadas con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola y Alicia Sánchez-Camacho.
En una entrevista este jueves en ‘Rac1’, ha asegurado: "Ni he escuchado ni sabía ni que se hubiesen reunido. Todo esto ni sé de dónde sale ni por qué me meten en medio. No he escuchado, ni oído nada ni he visto nada de lo que se está diciendo. Solo he estado una vez para cenar en La Camarga".
Ha explicado que el PSC quería mirar su seguridad en su sede y se hizo un barrido para comprobar si alguien había puesto un dispositivo que emite ondas sonoras, y ha remarcado que los detectives privados trabajan al amparo de la ley -"no somos espías, investigamos"- y que este tipo de escuchas los detectives no las hacen.