La Policía estrenará próximamente un código ético en el que pide que los agentes traten a los ciudadanos en sus actuaciones con "empatía, imparcialidad, autocontrol y elegancia", al tiempo que les insta a identificarse siempre y a emplear un lenguaje "correcto, comprensible y respetuoso".

Tanto el SUP como CEP, que a lo largo del día de hoy expresarán su postura sobre este documento en la reunión del Consejo de Policía, han opinado que el código -consta de 26 artículos- contiene apartados que ya están incluidos en otras normativas como la Ley Orgánica de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el régimen disciplinario o el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El texto, impulsado por el director de la Policía, Ignacio Cosidó, es una "perogrullada", ha asegurado el portavoz del SUP, José María Benito, quien considera que la Dirección General de la Policía y el Ministerio del Interior quieren dar la imagen de que están impulsando medidas cuando en realidad con ellas persiguen tapar otros problemas.

Unos problemas que no se pueden "enmascarar" como es el cada vez menor número de agentes. Para el secretario general de la CEP, Ignacio López, el código no contiene "nada negativo ni que chirríe" porque "es una compilación de otras normativas", pero es "inoportuno" y se queda "cojo".

En su opinión, el código debería haber sido propuesto por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien debería haber elaborado un texto común tanto para Policía Nacional como para Guardia Civil.

Un código ético que tiene entre otros objetivos mejorar la relación entre ciudadano y policía y fomentar el reconocimiento, la autoestima y la asunción de responsabilidades de los agentes. Así, el policía debe ser "imparcial" y actuar con "independencia" del poder político y del sistema de justicia penal, al tiempo que pide a los agentes que traten "con corrección a los ciudadanos".