A los narcotraficantes que operan en las costas gaditanas no les frena ni les asusta la presencia policial. Así lo ha podido comprobar laSexta en la desembocadura del río Gualquivir, donde esta cadena ha podido acompañar aagentes de la lucha contra el narcotráfico en uno de sus patrullajes, que llevan a cabo con el rostro cubierto, mientras que los narcos no solo no se esconden, sino que incluso les increpan.

Los policías muestran ante las cámaras una narcolancha abandonada: "Abandonan la embarcación, se descarga y vuelven otra vez", detallan. Unas embarcaciones que no dejan de llegar a esta zona en los últimos días, puesto que en el Campo de Gibraltar se ha intensificado mucho la presencia policial a raíz del asesinato de dos guardia civiles en Barbate, mortalmente embestidos con una narcolancha hace justo una semana.

"Tienen sus tiendas de campaña, tienen víveres, tienen Internet, tienen baterías y están incluso días en alta mar esperando a que la presión policial baje, a que las condiciones climáticas sean favorables...", explica uno de los agentes, que trabajan armados con ametralladoras porque, según explican, los traficantes "llevan fusiles, llevan armas de guerra y todo tipo de armamento". "Tenemos que ir ya preparados para lo que nos podamos encontrar", indica uno de los policías.

En esta zona, "cualquier punto es un punto de desembarco". De hecho, las cámaras de laSexta captan a una narcolancha navegando cerca de la orilla a plena luz del día. "Son los que se dedican a llevar las petacas de gasolina, ¿ves la velocidad que cogen?", señala uno de los agentes. Los ocupantes de la embarcación, lejos de asustarse por la presencia policial, increpan a los agentes y al equipo de laSexta al percatarse de que están siendo grabados.

En los edificios cercanos, según apuntan los policías, hay establecido un punto de vigilancia: "Siempre hay dos o tres pisos de los de arriba que están 24 horas funcionando y con las luces encendidas, mirando hacia el río", detallan. "Se percibe un aumento de actividad de unos meses hacia acá, estamos vigilados constantemente", inciden.

Los agentes asimismo muestran cómo las lanchas entran por las marismas, donde descargan la droga y esta es transportada en vehículos. Un escenario con canales y marismas que permiten a los narcotraficantes esconderse y descargar los estupefacientes, donde, con el número de 'gomas' que pueden llegar a entrar al día, acabar con ellos de momento parece muy difícil.