Las autoridades sanitarias Catalanas han registrado 938 casos decoronavirusen las últimas 24 horas. En concreto, en la comarca del Sègria (Lleida), una de las más afectadas, se han dado 138 nuevos contagios y un fallecimiento a causa del COVID-19. Mientras, Barcelona y su área metropolitana han sumado en las últimas 24 horas 599 positivos.

Unos datos preocupantes que coinciden con el primer día del decreto ley que permite implantar restricciones en la ciudad de Lleida y en los municipios de Aitona, Alcarràs, La Granja d’Escarp, Seròs, Soses, Torres de Segre y las entidades municipales descentralizadas de Sucs y Raimaty.

Según ha explicado la gerente de las regiones sanitarias de Lleida y Alt Pirineu y Aran, Divina Farreny, "lavelocidad de contagios es muy elevada".

Unas restricciones por las que solo se permitirán las salidas para ir a trabajar, por motivos sanitarios, para asistir a personas que lo requieran, para acudir a entidades financieras, ir a comprar, hacer deporte con el grupo de convivencia, acceder a huertos de autoconsumo, realizar gestiones inaplazables y por causas de fuerza mayor o necesidad.

Quim Torra aprobó este decreto ley después de que una jueza prohibiera el confinamiento domiciliario propuesto para Lleida. Finalmente, el juzgado de Instrucción 2 de Lleida ha ratificado las medidas de carácter urgente acordadas por el Govern sobre la protección de la salud pública por la COVID-19.

Colau ofrece unos 50 rastreadores

El Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido al Govern entre 40 y 50 rastreadores para hacer un seguimiento de los contactos de personas positivas de COVID-19 en la ciudad, pero el Departamento de Salud no ve la necesidad, por el momento, a pesar de que la capital catalana ya suma 29 pequeños brotes.

Colau no descarta "alguna medida más de restricción" en la ciudad en los dos próximos días, aunque no se ha planteado "en ningún caso, el confinamiento", según ha asegurado.

El ofrecimiento de entre 40 y 50 rastreadores "sigue en pie" a pesar de que Salud ahora no lo ve necesario, ha dicho Colau, que ha apuntado que su insistencia en este tema viene por la percepción de la "falta de musculatura" de estos efectivos y por las opiniones de expertos de los grandes hospitales.