El último escándalo que salpica a Cifuentes se produjo cuando 'eldiario.es' publicó que aprobó un máster en la Universidad Rey Juan Carlos después de que una funcionaria retocara sus notas.

La presidenta lo niega afirmando que es "absolutamente falso" y que se trata de "un error en las transcripciones de las notas al sistema informático. Y cinco días después, vía plasma y sin aceptar preguntas, las acusaciones las hace ella anunciando una querella contra Ignacio Escolar y Raquel Ejerique.

El escándalo del máster estalla en un momento delicado para la presidenta de la Comunidad de Madrid, ya que se presenta a un año de las elecciones. Pero no es el único que ha llamado a la puerta de su despacho.

La financiación irregular del PP también persigue a Cifuentes después de que Granados la vinculara con Ignacio González y asegurara que conocía la caja B. "Se jacta de que es ella la que manda en el PP por encima del señor González y se jacta de que yo en este partido no mando absolutamente nada", decía el investigado por el caso Púnica.

En aquel momento Cifuentes negaba las acusaciones como también niega que ella favoreciera a Arturo Fernández al concederle el contrato de la cafetería de la Asamblea de Madrid afirmando que su relación con él era "puramente institucional". Ella estaba en la mesa de contratación y en una comisión de expertos encargada de la concesión.

La Audiencia Nacional sigue investigando qué papel jugó Cristina Cifuentes en la adjudicación de la cafetería, y todo se produce a un año de la cita con la urnas en la Comunidad de Madrid.