A Granados le han entrado ganas de hablar después de que el juez haya prolongado su estancia en prisión hasta dos años más. El auto recoge, entre otras cosas, que hay indicios de que ganó mucho dinero con el ladrillo: "...haya participado en un gran número de actividades relacionadas con el sector inmobiliario en las que se ventilan miles de millones y en las que (...) hay datos incriminatorios bastantes para pensar que el recurrente obtuvo pingües beneficios".

Los Molinos-Buenavista, en Getafe, es uno de los lugares en el que, como presidente de la empresa pública Arpegio, Granados habría cobrado comisiones de constructoras. Se trata de uno de los 22 consorcios que Arpegio montó con distintos ayuntamientos para construir decenas de miles de viviendas y uno de los seis que, según publica El Confidencial, está investigando la Guardia Civil por presuntos amaños en las adjudicaciones.

Fue en tiempos de Pedro Castro como alcalde de la ciudad y los amaños se habrían producido por los dos lados. David Marjaliza, exsocio de Granados, ya declaró ante el juez que pagó comisiones para construir casi 500 viviendas protegidas allí.

Lo mismo pasaba en otros municipios investigados, como la Parla de Tomás Gómez, Móstoles, Arroyomolinos, o la de Alcalá de Henares de Bartolomé González.

El informe de la UCO que cita El Confidencial estima que era un sistema extendido en ayuntamientos madrileños de todos los colores por el que los constructores tenían que pagar entre 2.000 y 5.000 euros por vivienda construida.