Ya se empieza a dibujar cómo será ese verano atípico en España debido a la crisis del coronavirus. Desde el Instituto para la Calidad Turística Española han trasladado al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo un borrador elaborado junto a las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos, UGT, CCOO y la Federación Española de Municipios y Provincias.

Una vez se valide, el acuerdo será publicado de manera íntegra para todo el sector turístico, como ya se ha hecho previamente con restauración, hoteles y apartamentos turísticos, albergues, campings o alojamientos rurales, entre otros.

En dicho borrador, al que ha tenido acceso laSexta, se habla de playas con aforos definidos en las que se tengan espacios señalizados para guardar la distancia de seguridad entre los bañistas. Las zonas de hamacas y sombrillas, por ejemplo, deberá delimitarse y deberá ser desinfectado.

En cualquier caso, especifica el borrador, la capacidad debe determinarse no sólo teniendo en cuenta no sólo el número de usuarios y la afluencia de los mismos, sino también el tipo de actividades que se puedan realizar o servicios de lo que puedan hacer uso, así como la localización de estos últimos.

También se deja en manos de los gestores de las playas las normas que regirán las mismas, estimando en cada caso el afoto máximo que deberá darse en cada zona, además de la cantidad de personas que puede haber en un grupo.

En algunos casos, se deberá organizar un control de accesos, estableciendo vías de entrada y de salida. El Ayuntamiento será el encargado de escoger la manera en la que se informará a los usuarios que ya se ha alcanzado la capacidad máxima en la playa.

Con relación a las áreas de juego infantiles y deportivas, serán habilitadas para su uso siempre cumpliendo con las medidas de seguridad sanitarias; si no se pueden mantener las condiciones de prevención e higiénico sanitarias, estas áreas o actividades deben ser clausuradas.

Otros aspectos, como las duchas, las fuentes de agua o los lavapiés y uso serán determinados en función de la evaluación de riesgos. El borrador también recoge la posibilidad del uso de drones para controlar el aforo.