Puigdemont ha pasado su segunda noche en la cárcel alemana de Neumünster. Tras declarar durante 3 horas ante el juez, éste decretó que por el momento, el expresident continúe en prisión provisional hasta que se resuelva la euroorden.

En el auto del primer tribunal hacen sus valoraciones iniciales: "No cabe duda de que el contenido de la orden europea de detención incluye indicios de que la extradición de la persona perseguida, tras evaluación completa de cuestiones jurídicas, podría ser inadmisible".

Ahora tiene que pronunciarse la fiscalía, que espera presentar su informe antes del viernes. Aunque la última palabra la tendrá la fiscalía General del Estado alemán, que "no va a permitir el traslado de nadie si considera que su ordenamiento es incumplido", según explicó en Al Rojo Vivo Fernando Álvarez-Ossorio, profesor Derecho Constitucional de la Universidad Sevilla.

Sus abogados han estado reunidos con Puigdemont, a quien ven tranquilo porque ya estaban preparados para este escenario.

Quien ya se ha pronunciado ha sido la comisión de Derechos Humanos de la ONU, que el mismo día que Puigdemont declaraba, aceptaba a trámite su demanda contra España por vulnerar sus derechos políticos.

La comisión da ahora a España seis meses para aportar más información. Unos 60 días tiene Puigdemont hasta que se resuelva su futuro inmediato.