La reunión entre Félix Bolaños y Laura Vilagrà ha estado marcada, más que por las palabras, por los gestos que hemos podido ver en la misma, detalles que dejan en evidencia la desconfianza y la distancia entre ambas partes tras el presunto caso de espionaje.

Como vemos en el vídeo, ambos protagonistas estaban separados por una larga mesa. Al lado de Bolaños había un libro: 'En defensa de la conversación', de Sherry Turkle. En esa mesa tampoco había móviles, una exigencia de Vilagrà, que había pedido que se dejasen fuera.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha anunciado la "apertura de un control interno en el CNI, a petición de este mismo organismo", para analizar el presunto espionaje a dirigentes independentistas.

Durante una rueda de prensa en la Generalitat tras la reunión, ha dicho que también debe llegar "la constitución de manera inmediata de la Comisión de Secretos Oficiales" del Congreso, en la que comparezca la directora del CNI, para exponer información, documentación y las conclusiones de ese control interno.

Vilagrà ve "insuficientes" las medidas del Gobierno

Además ha constatado "plena disposición del CNI para facilitar y colaborar en las actuaciones que iniciará el Defensor del Pueblo" sobre el caso, y por último Bolaños no ha descartado desclasificar información si es necesario.

La consellera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha considerado "insuficientes" las medidas que ha anunciado el Gobierno para esclarecer la denuncia de espionaje y ha alertado de que, "si no se mueve" ya para dar respuestas y asumir responsabilidades, no habrá más apoyo parlamentario al Ejecutivo.

Así lo ha afirmado al término de su reunión en el Palau de la Generalitat con el ministro de la Presidencia, convocada para reconducir el diálogo tras la denuncia de espionaje a más de 60 dirigentes independentistas, un encuentro que ha arrancado sobre las 10.50h y se ha prolongado durante algo más de dos horas.