El alcalde de Coripe (Sevilla), Antonio Pérez (PSOE), ha defendido que la tradicional festividad de la "quema de Judas", materializada este año en la quema de un muñeco caracterizado como Carles Puigdemont, constituye sólo "una sátira o parodia".

"Aquí no quemamos a Cataluña, sino un muñeco de un señor fugado de la Justicia", ha aseverado.

"Es una broma, una sátira, una parodia", ha insistido, precisando que la personalidad a la que se dedica el muñeco pasto de las llamas es anualmente elegida "por los padres de los alumnos del colegio que acuden al viaje de fin de curso", no por el alcalde o el Ayuntamiento de Coripe como institución.

El edil afirma no comprender "la reacción" del expresidente catalán y de Junts per Catalunya, formación que ha anunciado una denuncia ante la Fiscalía. Y es que según avisa, en paralelo, en Cataluña hay quienes "queman banderas de España o fotos del rey".

El alcalde de Coripe fue investigado en 2018 por un presunto delito de odio a cuenta de la incineración en esta misma fiesta local de una muñeca que representaba la imagen de Ana Julia Quezada, asesina confesa de Gabriel Cruz.