La Fiesta de la Quema del Judas de Coripe ha tenido como protagonista este año a Carles Puigdemont. Numerosas personas han asistido a la quema del Judas, que ha sido vestido con un traje negro, un lazo amarillo y una estelada en la espalda simulando al expresidente de la Generalitat.

El festejo, que se considera fiesta de Interés Turístico Nacional, no es la primera vez que crea polémica. El año anterior el alcalde de la localidad, Antonio Pérez, y la concejala de Festejos, Irene García, se enfrentaron ante la Fiscalía por un delito de odio al representar en el muñeco a Ana Julia Quezada, la asesina de Gabriel Cruz.

Este año, Puigdemont se vuelve el centro de atención; para los organizadores, se trata de un "personaje que se ha caracterizado en los 365 días anteriores por ser especialmente negativo para la sociedad".

La fiesta acaba cuando se lleva el Judas a la plaza de Coripe, acompañado de los escopeteros, la banda de música y los cabezudos, para ser colgado de una higuera y posteriormente dispararle y quemarlo. Sin embargo, se defienden diciendo que esto no se hace para crear polémica, sino para "quemar algo negativo".

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha denunciado desde su cuenta de Twitter que se se trata de un acto "intolerable" y de un "asco extremo", y que lo denunciarán.

Carles Puigdemont ha recriminado al PSOE, que gobierna la localidad de ser inducir a lo que ha considerado "un mensaje de odio", que incluso ha sido amparado por jóvenes menores que han acudido a la celebración: "ha sido una actividad oficial, amparada por las autoridades socialistas locales", ha recriminado el expresident de la Generalitat.

También lo ha considerado un delito de odio el Govern de Quim Torra y JxCat, queaseguran preparar denuncias por la quema del muñeco que representaba al expresidente catalán Carles Puigdemont en la localidad sevillana de Coripe.

Antonio Pérez, alcalde de Coripe, ha asegurado que el incendio de un muñeco caracterizado como el expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont, constituye sólo "una sátira o parodia", defendiendo que la localidad no está "en contra de los catalanes" ni promueve el odio. "Aquí no quemamos a Cataluña, sino un muñeco de un señor fugado de la Justicia", ha aseverado.

"Es una broma, una sátira, una parodia", ha insistido, precisando que la personalidad a la que se dedica el muñeco pasto de las llamas es anualmente elegida "por los padres de los alumnos del colegio que acuden al viaje de fin de curso", no por el alcalde o el Ayuntamiento de Coripe como institución.

No obstante, ha avisado de que de todos modos, no comprende "la reacción" del expresidente catalán y de Junts per Catalunya, formación que ha anunciado una denuncia ante la Fiscalía. Y es que según avisa, en paralelo, en Cataluña hay quienes "queman banderas de España o fotos del rey".