Bárcenas ha llegado en un un vehículo negro con las lunas de la parte de atrás tintadas vistiendo un traje azul, y acompañado de su abogado, Alfonso Trallero, ha entrado en la sala del tribunal sin mirar a las cámaras y bajo una lluvia de abucheos de un grupo de personas que esperaban su llegada y que le han gritado "golfo" y "sinvergüenza".

Su esposa ha llegado a continuación, para dar explicaciones sobre unos contratos de compraventa de cuadros, supuestamente de su propiedad y valorados en 560.000 euros, que el juez cree que son ficticios.

También ha declarado el presunto testaferro de Bárcenas, Iván Yáñez, que fue llamado tras recibir el juez la comisión rogatoria de Suiza con las cuentas del extesorero en la entidad Lombard Odier, con la que se ha sabido que su fortuna llegó a ser de 48,2 millones de euros.