Este asalto a la valla, el segundo en tres días, se ha producido a la altura de Yasinen, donde la orografía ha facilitado el asalto a los inmigrantes.
Aquellos que han conseguido entrar en Melilla, unos cincuenta individuos, se han adentrado en la ciudad a la carrera para evitar que los agentes de la Guardia Civil pudiera atraparlos. El despliegue policial montado para interceptar a los inmigrantes se ha prolongado durante varias horas.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, dos guardias civiles han sufrido contusiones de distinta consideración, si bien ya han sido dados de alta en el Hospital Comarcal. Por otro lado, diez inmigrantes han necesitado asistencia sanitaria por traumatismos de carácter leve, aunque también han recibido el alta hospitalaria.
La institución ha reiterado su apoyo a la Guardia Civil en "la difícil tarea de la custodia fronteriza" y ha insistido en la necesidad de "reflexionar sobre el proceder de estos inmigrantes irregulares que usan la violencia y la resistencia agresiva contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en su intento desesperado por acceder a territorio español".
El último intento ocurrió el pasado sábado de madrugada, cuando un centenar de inmigrantes protagonizó un intento de entrada masiva por la zona de Farhana, pero fueron repelidos por la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad marroquíes, que evitaron la entrada a Melilla.