La Unión Europea (UE) amenazó este sábado con romper con la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP27) y abandonar la reunión si no se mantienen en el documento final los compromisos para no superar el límite de 1,5 grados de calentamiento global, algo que "parece que se está alejando" y que significaría volver atrás en el Acuerdo de París de hace ocho años.

Así lo indicó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en un improvisado encuentro con los medios al que compareció acompañado de varios ministros y altos funcionarios europeos, entre ellos la vicepresidenta tercera del gobierno español, Teresa Ribera, que dieron respaldo al anuncio. La vicepresidenta tercera ha avisado de que Europa "no está dispuesta" a participar en el resultado de la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático que se celebra en Sharm-El Sheikh (Egipto) si se rebaja la ambición de mantener por debajo de 1,5ºC el incremento global de temperatura y si los esfuerzos tanto en mitigación como en financiación de daños a los más vulnerables no proceden de "todos" los grandes emisiones, en una clara alusión a los países asiáticos.

"Seremos claros. Los socios de la UE están aquí para traer un buen resultado. Preferimos no tener una decisión a tener una mala decisión", dijo Timmermans visiblemente molesto. En un claro mensaje de presión, el también responsable comunitario del Pacto Verde añadió: "La UE quiere un resultado positivo, pero no queremos un resultado a cualquier precio. No aceptaremos resultados que nos lleven atrás, necesitamos avanzar y no retroceder. Y todos los ministros y yo mismo estamos preparados para irnos".

Timmermans razonó que todavía cree que obtener un resultado positivo hoy "aún está dentro de nuestro alcance", pero que la UE "está preocupada" después de que en las "últimas doce horas de negociación" ha habido indicaciones de que se está yendo para atrás "en las ambiciones" para el aspecto determinante de la mitigación y la reducción en las emisiones de gases contaminantes.

"Sin eso no seremos capaces de centrarnos en el fondo para los más necesitados (pérdidas y daños) y en que el dinero para esto venga de una amplia base de donantes. La UE está ahí para ayudar a obtener un muy buenos resultados, pero somos también muy claros, preferimos tener una buena decisión que una mala decisión", insistió. Timmermans se refirió así al tema central de estas negociaciones, las exigencias de los países en desarrollo de que en esta COP27 se establezca un compromiso para crear un fondo indepediente para financiar las compensaciones que se les deben por los daños que sufren a causa del cambio climático, que ellos apenas contribuyeron a causar.

Ayer, viernes, la UE anunció que aceptaría la creación de un fondo, algo a lo que era reacio anteriormente, pero condicionó su apoyo a esto a que fuera dirigido a los países "más vulnerables" y que la financiación del mismo recayera "en una amplia base" de donantes. Esa referencia apuntaría, aunque Timmermans no mencionó a ningún país, a que países como China, Arabia Saudí o Catar, de gran desarrollo humano y económico, y cuyas emisiones contaminantes son ya entre las más altas del mundo pero que no son donantes en los fondos climáticos de Naciones Unidas, tendrían que comprometerse a contribuir. "La oferta era muy clara. Dijimos que podríamos aceptar el fondo de pérdidas y daños, que deberá estar dirigido a los países más vulnerables.

Queremos ayudar a las personas que más lo necesiten, y rápido. Y el fondo debería basarse en un análisis del mundo de hoy", dijo. Timmermans defendió la posición europea como una opción para "tender puentes" entre las diferentes posiciones, pero lamentó que esas apertura no haya conducido a "negociaciones". "Francamente, hemos hecho más movimientos que la otra parte de la discusión, si das un paso adelante, deberías esperar que tus socios y la otra parte empiecen a dar pasos adelante y no hemos visto mucho hasta ahora. Espero que eso cambie hoy y si eso cambia hoy, aun seguirá al alcance una buena conclusión", aseveró.

El presidente de la COP27 cree que el borrador es "equilibrado"

Timmermans apuntó a la presidencia de la COP27, en manos de Egipto, para que asuma esta situación y que trabaje "para que se haga justicia" en las negociaciones. Por su parte, el presidente de la COP27 y ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, considera que el último borrador de negociación para lograr un acuerdo en la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, que afronta su primer día de prórroga, es "equilibrado" y que ahora alcanzar un final con acuerdo global "depende del deseo y voluntad de las partes".

"Las deliberaciones no han evolucionado en una dirección clara", ha admitido el presidente de la COP27 este sábado por la mañana en rueda de prensa, en la que ha reconocido que hay una "insatisfacción por igual" entre todas las partes de la Conferencia que mantienen las diferencias en la mayor parte de asuntos cruciales. Así, ha explicado que durante toda la noche ha conversado con todos los grupos de negociación a los que ha presentado un nuevo borrador de acuerdo que él considera "equilibrado" y que "mantiene vivo" el objetivo de limitar la temperatura global en 1,5ºC a final de siglo.

"Como pueden ustedes imaginar ninguno de los grupos podría decir que todos sus intereses están reflejados, pero una gran mayoría de las partes me han indicado que consideran que este texto es equilibrado y que constituye un avance potencial que puede conducir al consenso", ha manifestado en el primer día de prórroga de una cumbre que debió haber terminado este viernes después de 15 días de negociaciones.

Las ONG piden ir más allá

Pedro Zorrilla, de GreenPeace España, asegura que señala que es momento de ponerse manos a la obra con la eliminación del carbón, gas y petróleo. Además, insiste en que también hay que trabajar en el Fondo de Pérdidas y Daños, dirigido a los países que más lo necesitan y que han sufrido verdaderas catástrofes.

Por su parte, Olga García Pallares, de Ecologistas en Acción España, critica que el debate no debería centrarse en quién tiene que pagar y de qué manera, sino en la creación de un fondo de mínimos y dejar para el año que viene los detalles.