Una paz cuestionada

Una semana del 'no' alto el fuego en Gaza: más de 20 palestinos muertos y más dudas que certezas en el plan de paz

El contexto Con la entrega de los cuerpos de los rehenes israelíes bloqueada y los ataques de Israel y Hamás de las últimas horas, el plan de paz de Trump avanza con el paso de Rafah todavía bloqueado y una devastada Franja de Gaza sin visos de recuperarse a corto plazo.

La Franja de Gaza, completamente destruida tras dos años de genocidio israelí
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Ha pasado una semana desde que se produjo el intercambio de rehenes israelíes en manos de Hamás y los prisioneros palestinos en manos de Israel, un día de júbilo para las familias y un atisbo de esperanza para una comunidad internacional que veía un avance tibio, pero real, hacia la paz. Todavía quedaban por cumplirse el resto de puntos del plan, pero ese primer paso podía hacer ver un panorama distinto al de los dos años de genocidio que se lleva perpetrando en Gaza.

La cruda realidad ha golpeado, una semana después, a una Franja de Gaza que continúa devastada tras los bombardeos israelíes y sin avances notables desde que se entregaron los últimos cuerpos sin vida los rehenes por parte de Hamás, que ha advertido que no puede tener acceso a más cuerpos ante el estado en el que se encuentra el enclave.

Es necesario poner en contexto el estado por el que atraviesa el conflicto. Israel y Hamás firmaron un acuerdo para alcanzar un alto el fuego en Gaza y liberar a los rehenes en Gaza, dentro del plan de paz de Donald Trump que consta de 20 puntos. La realidad es que, aunque el canje de rehenes se ha completado -casi- en su totalidad, la violencia sigue en Gaza. Hamás ha ejecutado a miembros de grupos rivales en el enclave, lo que ha llevado al presidente de Estados Unidos a lanzarles una advertencia que le hizo, incluso, dar marcha atrás.

Los obstáculos hacia la paz

"Si Hamás continúa matando gente en Gaza, lo cual no estaba en el acuerdo, no tendremos más opción que entrar y matarlos", compartió en su cuenta de Truth. Más tarde, matizó en el Despacho Oval al asegurar que "alguien entrará" y que no serían ellos, pero la amenaza seguía vigente. Por su parte, el Ejército de Israel ha decidido señalizar físicamente la 'línea amarilla' a la que sus tropas se han retirado en la Franja después de que sus tropas hayan matado a más de 20 palestinos en los últimos días.

Por lo tanto, paz, lo que se dice paz, no se está dando en la Franja. Tampoco está entrando la ayuda humanitaria prometida en el enclave. Aunque el acuerdo exigía el levantamiento de las restricciones al suministro de alimentos, medicamentos y otros artículos de ayuda necesarios, así como la reapertura del cruce de Rafah, ningún punto se está cumpliendo plenamente.

La ayuda entra, pero no toda la que se estimaba, con unos 300 camiones entrando frente a los 600 que se solicitaban. Tampoco está abierto el cruce de Rafah con Egipto, aunque el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, avanzó este jueves que "posiblemente" se reabrirá este domingo. "Estamos realizando todos los acuerdos y preparativos para ello", comentó.

Además, hay varios puntos que todavía están totalmente en el aire. Todavía no se sabe cómo será ese Gobierno que tomará el control de la Franja, presuntamente liderado por un comité palestino tecnocrático. En ese punto, silencio absoluto, del mismo modo que se sigue esperando el desarme de Hamás, una exigencia clave por parte de Israel que sigue sin cumplirse.

En negociaciones para crear una fuerza de paz

Donde sí se han dado avances -pocos, pero avances- es en la creación de una misión de seguridad internacional, una "fuerza de estabilización" sobre la que se están manteniendo conversaciones, según adelantaba la agencia Reuters este jueves. Entre los países con los que EEUU estaría en conversaciones para contribuir a la fuerza se encuentran Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Qatar y Azerbaiyán.

Tampoco queda claro cuál será el papel de las fuerzas israelíes en el enclave en el futuro. Aunque el plan recoge una retirada gradual del Ejército a distintas líneas (como la amarilla), desde el Gobierno de Benjamin Netanyahu ya se habla de crear "asentamientos judíos" en el enclave, como hizo el ministro ultra Smotrich.

Una semana después del júbilo por la vuelta de los rehenes a casa, la realidad vuelve a poner frente al espejo a una Franja de Gaza que ansía avances reales y el fin total de una violencia que sigue sumiendo, día a día, al enclave en la oscuridad.

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