El Aquarius,
gestionado por las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, rescató
el jueves a once migrantes -diez adultos y un menor no acompañado- que se
encontraban a bordo de una embarcación "en dificultades", en la
primera intervención que realiza tras regresar al Mediterráneo central.
Según Salvini, el
rescate se produjo en aguas bajo responsabilidad de la Guardia Costera libia,
pero el barco "se negó a colaborar" con las autoridades del país
norteamericano. "Ahora vaga por el Mediterráneo", ha afirmado en un
mensaje de Twitter, antes de dejar claro que Italia no permitirá el desembarco.
MSF explicó que el
centro de coordinación libio había pedido al Aquarius que trasladase a los
supervivientes a una patrullera, pero el barco respondió que "Libia es un
lugar seguro". Tras esta negativa, se ha instado a la embarcación a
"contactar con otro centro de coordinación de rescate marítimo",
según la ONG.
Los once rescatados son
diez hombres y un menor no acompañado, procedentes de Pakistán y Costa de
Marfil, ha explicado SOS Mediterranée. Más de 1.700 migrantes y refugiados han
perdido la vida este año intentando alcanzar las costas del sur de Europa,
según el balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
que sitúa la ruta hacia Italia como la más peligrosa, con 1.260 fallecidos. Por
número de llegadas, España es el primer país de la lista, con más de 33.000.