Por primera vez desde el inicio de las manifestaciones, la Policía de Hong Kong ha disparado un tiro de advertencia al aire al encontrarse seis agentes "con sus vidas en peligro", según ha informado la Policía en un comunicado de prensa.

"Rodeados, bajo ataque y viendo sus vidas amenazadas, seis agentes sacaron la pistola mientras lanzaban advertencias a los manifestantes. Para proteger la seguridad de otros agentes y la suya propia, y sin más alternativas, uno de los policías disparó un tiro de advertencia al aire", indica el texto.

El incidente se produjo en el barrio de Tsuen Wan, durante la manifestación del domingo 25 de agosto. Durante un momento en las revueltas, un grupo de manifestantes violentos superaba en número a los agentes, a quienes atacaron con tuberías y barras metálicas.

La Policía acudió al lugar en torno a las 20.00 hora local tras recibir avisos de que había personas destrozando los escaparates de algunas tiendas de la zona. Los agentes tuvieron que recurrir al gas lacrimógeno y a los cañones de agua para dispersar a los grupos de manifestantes violentos que les atacaron con barras de hierro, ladrillos, cócteles molotov e improvisaron barricadas en las calles de la región administrativa especial.

Consecuencias

Según el cuerpo, al menos 15 agentes de la Policía de Hong Kong resultaron heridos, y tuvieron que recibir tratamiento médico. Asimismo, en el comunicado policial se anunció que se había arrestado a 29 personas, de entre 12 y 48 años, por "reunión ilegal, posesión de armas ofensivas y ataque a agentes de policía". Además, la policía hizo un llamamiento a que la gente se distanciara de los manifestantes violentos.

La Policía de Hong Kong ha recibido duras críticas por lo desmedido de su gestión de las protestas, y una de las demandas de los manifestantes prodemocráticos es el establecimiento de una comisión independiente que investigue la brutalidad policial.

El mismo domingo se registró otra insólita marcha de familiares de policías para pedir al Gobierno que no utilice al cuerpo de la urbe como "chivos expiatorios" para solucionar el conflicto, sino que apueste por el diálogo político.

El fin de semana de manifestaciones en el que se ha producido el altercado fue bastante diferente al anterior, en el que las protestas se desarrollaron de manera totalmente pacífica sin enfrentamientos destacables entre policía y manifestantes.

Nuevos reclamos

Aunque las protestas comenzaron ante un polémico proyecto de ley de extradición, las demandas de los manifestantes se han ampliado y reclaman una mejoría de los mecanismos democráticos de la ciudad y, en definitiva, se oponen al autoritarismo chino.

Pekín ha asegurado que detrás de las protestas existe una "mano negra" señalando como responsables a "algunas fuerzas de Estados Unidos". Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997 y bajo la fórmula "Un país, dos sistemas", el Gobierno chino se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental hasta 2047.