Este jueves, conocíamos la noticia de la salida del país de tres espías estadounidenses por su implicación en la captación de los dos agentes del CNI detenidos por filtrar información secreta a Estados Unidos. Esta situación choca dada la relación de amistad entre ambos países, que en otros países podría haber sido un conflicto diplomático.

En 'Al Rojo Vivo', el perodista de 'El País' Miguel González explicaba que los estadounidenses han optado por retirar a estos espías en lugar de hacerlo como una expulsión, algo que es la medida "mínima" ante un acto que se considera "hostil".

Tanto el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, como la ministra de defensa, Margarita Robles, pidieron explicaciones a la embajada de Estados Unidos en cuanto supieron del caso. La embajadora, Julissa Reynoso, se desentendió del asunto, alegando que no estaba al corriente de la situación y que se trataba de un programa previo a la llegada a la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.

Quien conoce el interior del CNI dice que normalmente asuntos así se resuelven de forma interna. Sin embargo, este tema está en manos de la justicia, lo cual nos lleva a pensar que es un tema que reviste cierta gravedad. Tanto es así que los dos agentes españoles podrían enfrentarse a penas de cárcel de hasta 12 años por un delito de revelación de secretos.

No obstante, Margarita Robles optó por rebajar la tensión acerca de este asunto, aclarando que ambos países son "amigos, aliados y socios". "Cuando hay cuestiones que puedan afectar se hablan y se tratan, pero no afecta a estas relaciones", afirmaba la ministra.