El presidente de EEUU, Barack Obama, pidió a los militares que han derrocado al mandatario de Egipto, Mohamed Mursi, que devuelvan la autoridad "a un gobierno civil elegido democráticamente" tan pronto como sea posible y ordenó revisar la ayuda que Washington otorga a ese país.
Obama evitó hablar de golpe de Estado y expresó su preocupación "por la decisión de las Fuerzas Armadas egipcias de remover al presidente Mursi y suspender la Constitución".
"Creemos que en un última instancia el futuro de Egipto solo puede ser determinado por el pueblo egipcio", subrayó Obama, que llamó también a evitar las "detenciones arbitrarias" de Mursi y sus seguidores.
Estados Unidos "no apoya a determinadas personas o partidos políticos" en Egipto, pero "estamos comprometidos con el proceso democrático y el respeto al Estado de derecho", aseguró el presidente estadounidense.
Además, Estados Unidos "sigue creyendo firmemente que la mejor base para la estabilidad duradera en Egipto es un orden político democrático con la participación de todas las partes y todos los partidos", prosiguió.
Obama indicó que espera que "durante este periodo de incertidumbre" las Fuerzas Armadas aseguren que "los derechos de todos los hombres y mujeres egipcios están protegidos".