Estados Unidos vive un nuevo caso de abuso policial por parte de un agente blanco que ha asesinado a tiros a un hombre negro que iba desarmado.

Los hechos ocurrieron en Luisiana, después de que una mujer alertara a Emergencias avisando de que su marido la estaba amenazando a ella y a su hija.

La policía se personó en el edificio residencial y al llegar a la vivienda es el marido, Alonzo Bagley, quien les abre la puerta con una botella de alcohol en la mano. Los dos agentes le pidieron que saliese de la vivienda y él entró, alegando que tenía que guardar al perro.

Los policías le insisten y le dicen que debe de salir de la casa, pero el hombre empieza a huir. En ese momento se inicia una persecución y los agentes corren tras él hasta que de repente se escucha un disparo.

En la grabación que recogieron las cámaras incorporadas en los uniformes de los policías se escucha como el hombre grita: "¡Oh Dios, me has disparado!". Se desploma en el suelo, herido en el pecho, mientras el agente que le ha disparado intenta reanimarlo sin éxito

Este disparo mortal acabó con la vida de este hombre negro de 43 años. Su familia pide justicia para él, pues iba desarmado cuando el oficial Alexander Tyler, de 23 años, le mató.

El policía se enfrenta a cinco años de cárcel por homicidio imprudente y espera al juicio en libertad tras pagar una fianza de 25.000 dólares.