Javed Abbasi, responsable de la policía local, ha declarado que tras la muerte de la joven "algunos vecinos alertaron a las fuerzas de seguridad y procedimos a detener a los padres, que siguen en custodia policial", pero no ha dado más detalles sobre la investigación.
En Pakistán son muy comunes los llamados "crímenes de honor", 943 mujeres mueren al año por agresiones de este tipo, según ha informado la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán. Se producen entre familias de áreas rurales, cuando creen que su honor ha sido mancillado por la actitud de una mujer, bien por rechazar un matrimonio o porque se relaciona con alguien sin aprobación familiar.
La mayoría de las agresiones se realizan rociando ácido sobre la cara de las mujeres, sobre todo en el este y el sur del país. Según datos de la asociación de supervivientes de ataques con ácido, en este año se han registrado más de 80 ataques de esta índole, a pesar del refuerzo de la ley para estos casos.
Tras el cambio legislativo, los padres de la joven se exponen a una pena mínima 14 años de cárcel hasta cadena perpetua, aunque muchos casos quedan sin resolver.