El también vicepresidente de Italia informó en Facebook que "otras dos naves de ONG con bandera holandesa han llegado a aguas frente a la costa de Libia", refiriéndose a las embarcaciones humanitarias "Lifeline" y "Seefuchs".
Salvini las acusó, como al resto de ONG, de permanecer "a la espera de cargar los seres humanos abandonados por los traficantes de personas". "Que sepan estos señores que Italia ya no quiere ser cómplice del negocio de la inmigración clandestina y, por lo tanto, deberán buscarse otros puertos (no italianos) a los que dirigirse", aseveró en su mensaje.
Esto se da, según recordó, mientras la nave Aquarius de la ONG SOS Méditerránee se dirige al puerto español de Valencia junto a dos barcos de la Marina italiana después de que Malta e Italia se negaran a acoger los 630 inmigrantes que rescató el pasado fin de semana frente a las costas de Libia.
"Como ministro y como padre, pueden atacarme y amenazarme todo lo que quieran pero no me rindo y lo hago por el bien de todos", zanjó el mensaje, acompañado por la etiqueta "cerremos los puertos".
Con el nuevo Gobierno en Italia, de los populistas del Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, se ha impulsado la estrategia de impedir la llegada a sus puertos a las ONG que salvan vidas en alta mar y solo se aceptará los inmigrantes rescatados por la Marina italiana.
Salvini considera que los traficantes en Libia se aprovechan de la presencia de las ONG y se enriquecen mandando en pateras a los inmigrantes que buscan llegar a Europa.