La operación se desarrolló en 76 ciudades y contó con la colaboración de casi 4.000 agentes pertenecientes a fuerzas federales, estatales y locales, así como del Centro Nacional Para Niños Desaparecidos y Explotados, NCMEC, según un comunicado del FBI.
Durante la operación, el FBI liberaron 105 niños de moteles, casinos y otros lugares donde eran obligados a ejercer la prostitución, el más pequeño de los menos tan solo tiene nueve años.
Se trata de la séptima redada de este tipo desde la puesta en marcha de la Iniciativa Nacional Inocencia Perdida, creada en 2003 para atajar el tráfico de menores. En esta última década, los esfuerzos desarrollados bajo esta iniciativa han permitido la identificación y recuperación de más de 2.700 niños.
El director adjunto de la División de Investigación Criminal del FBI, Ron Hosko, ha alertado de que "la prostitución infantil sigue siendo una amenaza para los niños de Estados Unidos". En este sentido, ha advertido de que "estos crímenes atroces ocurren en todas partes".
El FBI ha reiterado su compromiso para ayudar a las víctimas y llevar a los responsables de su "explotación" ante la Justicia.