Miles de personas han seguido emocionadas la Coronación de Carlos III de Inglaterra y han esperado ansiosas para no perderse el recorrido desde el Palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster.

"Es simplemente una experiencia maravillosa y algo que recordaremos toda nuestra vida", afirmaba una mujer.

Una ruta de unos dos kilómetros de mucha expectación en la que muchos llevaba horas, e incluso días, para coger el mejor sitio. "Tengo mi silla, tengo mi bandera, tengo mi sombrero, tengo una mochila llena de comida y tengo mi lugar", explicaba una asistente. "Ser parte de este evento es solo una vez en la vida, así que nos levantamos a las tres para llegar aquí y tener el mejor sitio", añadía otra.

Es la primera vez que se corona a un nuevo monarca en 70 años, un hecho histórico entre brindis, chubasqueros y paraguas porque sí, el tiempo también ha sido protagonista.

"Miré la previsión antes de venir y parecía que estaba lloviendo todos los días, así que nos preparamos", cuenta una joven.

No obstante, a pesar de la lluvia, nadie quería perdérselo y ante la pregunta de dónde estaban cuando pasó esto, poder contestar que estaban ahí.