La Unión Europea ha dado comienzo este sábado a su mecanismo al control de exportaciones de vacunas a las farmacéuticas para garantizar así el suministro a los países miembro de las dosis comprometidas.

Esto significa que, antes de exportar sus dosis a terceros países, las farmacéuticas deben cumplir previamente con las dosis pactadas con los 27 miembros de la Eurozona. La medida estará vigente hasta el 31 de marzo, dos meses en los que esperan normalizar la distribución de las vacunas.

El anuncio de este mecanismo provocó el viernes una cascada de reacciones en el Reino Unido, donde se temía la imposición de controles en Irlanda del Norte. La tensión llegó a tal nivel que el primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, mantuvieron una conversación telefónica a última hora del viernes en la que acordaron el "principio" de que no haya restricciones a la exportación de vacunas cuando las farmacéuticas cumplan con sus responsabilidades contractuales.

Para garantizar la entrega a tiempo de las dosis prometidas a la UE, que ha financiado por adelantado el desarrollo y producción de vacunas con 2.700 millones de euros, Bruselas quiere controlar cuántas vacunas se producen y a qué países se destinan.

El rifirrafe con AstraZeneca esta semana tras los problemas de entregas de su vacuna (autorizada el viernes) en la Unión Europea impulsó la puesta en marcha del mecanismo con carácter de urgencia. A la vez, Bruselas está preocupada por la falta de transparencia y quiere tener información completa para garantizar que cumplen los compromisos contractuales. La intención no es restringir las exportaciones "más de lo absolutamente necesario".

Lista de países excluidos, proceso de evaluación...

Las exportaciones a una larga lista de países quedarán excluidas, por ejemplo las que vayan destinadas a Albania, Andorra, Bosnia y Herzegovina, Islandia, Serbia, Suiza, Argelia, Egipto o Túnez. Además, quedarán fuera los 92 países de ingresos bajos y medianos en la lista de Compromiso de Mercado Avanzado COVAX que incluyen, entre otros, a Afganistán, Eritrea, Etiopía, Mali, Angola, Algeria, Bolivia, Honduras, El Salvador o India.

Las empresas afectadas son Pfizer-BioNTec, Moderna y AstraZeneca, cuyas vacunas ya han sido autorizadas en la UE, además de Johnson & Johnson, Sanofi-GSK y CureVac, con las que Bruselas negoció 2.300 millones de dosis en total. Las empresas tendrán que notificar las exportaciones a los Estados europeos dónde tengan sus fábricas, así como proporcionarles información sobre la producción y destino de los envíos, y las autoridades nacionales deberán aprobar o rechazar su solicitud en máximo dos días (cuatro en casos excepcionales).

Para ello evaluarán, junto con la Comisión, "si el volumen de exportaciones no es tal como para plantear una amenaza para la ejecución de los acuerdos de adquisición anticipada que ha concluido la UE". Junto con su primera solicitud de exportación los países tendrán además que aportar los datos sobre las exportaciones que han realizado desde el 29 de octubre pasado. Si la farmacéutica se niega a presentar esos datos, se podrá rechazar la solicitud.