La vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus cuesta 1,78 euros por dosis. En total, 870 millones. Ese es el precio que ha pagado la Unión Europea a la compañía farmacéutica, información que no había sido publicada cuando ha visto la luz el contrato, lleno de tachones, a primera hora de la mañana. De esos 870 millones, 336 fueron adelantados por la Comisión Europea (CE) en la fase de desarrollo. Así lo ha podido saber laSexta, que además de averiguar el precio de la vacuna también ha dado con otro dato de suma importancia.

Una fecha clave: el 1 de julio. Hasta ese día, AstraZeneca se ha comprometido a comercializar la vacuna a precio de coste. Actualmente, la compañía está vendiéndola a otras entidades a un precio que oscila entre los tres y los cuatro dólares. Sin embargo, a partir del 1 de julio, si AstraZeneca da la pandemia por terminada, la farmacéutica podrá decidir de forma unilateral, según se ha expuesto en el contrato, el precio de cada una de las dosis de la vacuna. Es decir, que podría subir su precio.

La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, ha asegurado además que las cifras acordadas no están supeditadas a ninguna cláusula de esfuerzo, como alega AstraZeneca: "Las cláusulas de esfuerzo se aplica cuando no se puede desarrollar la vacuna. Pero eso ya quedó atrás". Ahondamos en esto, puesto que estas cláusulas de esfuerzo pueden dar lugar a una posible doble interpretación: la farmacéutica dice que no hay una obligación contractual porque se comprometen en ese contrato a hacer todos los esfuerzos posibles para entregar las cantidades de dosis fijadas en los tiempos establecidos.

AstraZeneca han asegurado que quieren dejar cuestiones legales a un lado y centrarse solo en la vacuna

Sin embargo, la UE dice que no es así, que hay una cláusula que se refiere a que solo se aplica ese máximo esfuerzo al desarrollo de la vacuna, una fase inicial que, como ha indicado Von der Leyen, ya habría pasado, puesto que la vacuna ya está aquí. Pero si se sigue leyendo el contrato, se encuentran hasta referencias relativas a las cláusulas de esfuerzo. Y en esas otras sí aparece que no solo se refiere al desarrollo de la vacuna, sino también a la factura de las dosis iniciales para la UE. En cualquier caso, desde AstraZeneca han asegurado que quieren dejar cuestiones legales a un lado y centrarse solo en la vacuna.

Hasta ahora, lo único no se conocía en su totalidad el contenido del documento publicado por las autoridades europeas, que habían optado por censurar y ocultar datos clave en la negociación. Sin embargo, después de que Bruselas haya publica el polémico contrato, con él en la mano vemos que se desmonta el argumento que hasta ahora ha dado la empresa: que solo tienen la obligación de distribuir las dosis producidas en territorio comunitario.

"AstraZeneca deberá realizar sus mejores esfuerzos para fabricar la vacuna en fábricas situadas en la UE (incluyendo el Reino Unido)", se expone en el contrato. La siguiente frase no deja ninguna duda: "Podrá fabricar la vacuna en fábricas fuera de la UE, si es necesario, para acelerar el suministro". Además, en el acuerdo se especifica que la farmacéutica debe cumplir con lo acordado: "Debe incluir un número de dosis estimadas para su entrega en las fechas esperadas".

Llegan las primeras dosis

En la siguiente página vemos que ese acuerdo especifica 300 millones de dosis en total. Lo que no sabemos es cuántas corresponden al primer trimestre del año, si bien es cierto que poco después, el consejero delegado de la compañía, Pascal Soriot, ha anunciado que en los próximos días la Unión Europea va a recibir un primer envío de vacunas: serán tres millones de dosis.

La de AstraZeneca es la tercera vacuna aprobada por la Agencia del Medicamento de la Unión Europea en su lucha contra la pandemia de COVID-19 después de dar el visto bueno a la de Pfizer y la de Moderna. Su eficacia alcanza el 70% con una sola dosis, pero logra aumentar este porcentaje con un segundo pinchazo. Además, necesita una temperatura de entre dos y ocho grados para su conservación, por lo que mantenerla es más fácil respecto a las otras dos. La de Pfizer y Moderna ya se están usando para vacunar a la población española, así como en otros país de la unión europea.