Un desafío histórico
Elon Musk se postula ante Trump para construir una 'cúpula dorada' inspirada en la de Israel
Entre líneas Tanto Musk como los fundadores de las dos compañías con las que se ha asociado para este proyecto han mostrado siempre mucha cercanía política al actual presidente norteamericano.

Resumen IA supervisado
Elon Musk, tras publicitar Tesla en la Casa Blanca y liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental, ahora busca un contrato para la "cúpula dorada", un ambicioso proyecto militar de Estados Unidos. Su empresa, SpaceX, junto a Palantir y Anduril, ha propuesto lanzar más de 1.000 satélites para detectar misiles de terceros países. Además, contemplan una flota de 200 satélites armados, aunque SpaceX no se involucraría en su armamentización. Este proyecto, inspirado en la cúpula de hierro de Israel, enfrenta desafíos por la vasta área de cobertura y la efectividad cuestionada de la defensa israelí. El proceso de decisión aún está en etapas iniciales y podría cambiar.
* Resumen supervisado por periodistas.
Elon Musk ha pasado de publicitar sus coches Tesla en plena puerta de la Casa Blanca a encargarse del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y ahora convertirse en uno de los favoritos para recibir uno de los mayores contratos de la Casa Blanca: la 'cúpula de dorada'. Se trata de uno de los mayores desafíos militares que enfrenta Estados Unidos (EEUU), simulando a la de Tel Aviv (Israel) cuya efectividad ha quedado en duda en los últimos tiempos. Una pretensión que ya dejó clara a finales de enero su secretario de Defensa, Pete Hegseth, en una orden ejecutiva.
En concreto, ha sido la empresa del magnate Space X,junto a dos socios, la que ha propuesto a la Administración Trump la construcción y lanzamiento de 400 y más de 1.000 satélites, cuyo principal objetivo sería el de detectar posibles misiles procedentes de terceros países, según han apuntado a Reuters varias fuentes cercanas al proyecto.
Una oferta que, según la misma agencia, habrían abordado las tres empresas asociadas en una serie de reuniones con altos funcionarios del Gobierno estadounidense y el Pentágono en las últimas semanas. Además de esa constelación, la propuesta también contemplaría una flota separada de 200 satélites de ataque armados con misiles o láseres que podrían derribar los misiles enemigos. Eso sí, estas fuentes señalan que no está previsto que SpaceX se involucre en esta armamentización de los satélites.
Amigos de Trump
No obstante, cabe destacar que una de ellas ha descrito la situación como "una desviación del proceso habitual de adquisición", después de que haya quedo palapable cierta "actitud de que la comunidad de seguridad nacional y defensa debe ser sensible y deferente con Elon Musk debido a su papel" a la Adminsitración Trump.
En ese sentido, es notable que Sapce X se ha asociado para esta misión con el fabricante de software Palantir y el constructor de drones Anduril, puesto que sus fundadores han sido grandes seguidores políticos del republicano. Eso sí, algunas fuentes subrayan a Reuters que el proceso de decisión para esa 'cúpula de dorada' está en sus primeras etapas, por lo que su estructura final y quién será el seleccionado para trabajar en ella son cuestiones que podrían cambiar drásticamente en los próximos meses.
Inspirada en Tel Aviv, pero...
Esta idea del reelegido presidente de EEUU está inspirada en la cúpula de hierra de Israel, en la que precisamente colaboran empresas estadounidenses desde que se pusiera en marcha a principios del milenio (2005). Sin embargo, hay una importante diferencia con este proyecto de la Casa Blanca. Se trata del área de territorio que tiene que defender Tel Aviv -aproximadamente al equivalente de la Comunitat Valenciana-, y la superficie que pretende plagar Trump de misiles antiaéreos que es más de 400 veces mayor.
Además, las tensiones en Oriente Medio en los últimos meses han dejado claro que esa defensa israelí no es tan efectiva como parecía, y a pesar del pequeño territorio que abarca. Prueba de ello, son los cohetes lanzados por Hamás o Hizbulá que han puesto en evidencia sus debilidades. Algo que, no obstante, no parece que vaya a frenar a Trump en este megaproyecto.