Tres estudiantes de posgrado han demandado a la poderosa Universidad de Harvard por su inacción: la prestigiosa institución habría permitido durante años que fueran acosadas sexualmente por John Comaroff, un reconocido profesor de Antropología.

Una de las víctimas, Amulya Mandava, ha relata que el profesor las amenazó con "repercusiones" en sus carreras. Así, aprovechando su cargo, Comaroff habría intentado comprar el silencio de sus víctimas.

Lilia Kilburn dice que el profesor llegó a besarla en repetidas ocasiones contra su voluntad y que, cuando ella le dijo que era lesbiana, él le contestó que en África la corregirían violándola en público.

Margaret Czerwienski, por su parte, ha asegurado que la Universidad se mantiene "completamente indiferente" ante el daño que enfrentan los estudiantes y que no tomará medidas a no ser que se vea "absolutamente obligada por presiones externas".

Harvard no reconoce el acoso físico, pero sí el verbal por parte del profesor, a quien se le le ha prohibido dar clase hasta el próximo curso. Él niega categóricamente toda acusación contra él.