Inesperada, tristísima, trágica. Así califican en Reino Unido la noticia que horas antes les sobresaltaba entre el té y la cena. A más de uno se le indigestó con el boletín de las seis de la tarde —una de las ediciones centrales— en la BBC, que dio el comunicado del Palacio de Buckingham. Las cámaras enseguida se echaban a las calles para pulsar los ánimos. Muchos y muchas se confesaban inevitablemente alicaídos:
— "Sobresaltada y muy entristecida"
— "Tan pronto después de la Reina…"
— "Un auténtico 'shock'"
Tal 'shock' que a alguno le traicionaba el subconsciente y casi daba a su rey por enterrado: "Estoy completamente devastado. Ascendió al trono tan tarde, tan 'mayor'… pero era todavía muy activo. Era fuerte, estaba listo para hacer muchas cosas...". Así, en pasado, hablaba todo un profesor universitario. Y es que, más allá de la tristeza, esa es una de las reflexiones más repetidas: toda la vida —74 años— esperando para reinar y al poco... llega la mala suerte.
"Terrible. Claro, que ninguno sabemos cuándo nos va a llegar la hora", comentaba uno de los taxistas de guardia en Londres. Pero no, esa no es la actitud. Como han remarcado los oncólogos (los medios británicos tiran hoy de todo el que se deja): "Si un cáncer se coge pronto, se puede hacer mucho; lo importante es no asustarse, contarlo al médico". Estas han sido las palabras de la especialista Patricia Price para 'Sky News'.
La transparencia como mejor medicina
La transparencia es el mensaje que, según se dice, Carlos ha querido trasmitir a su pueblo: "Ha sido una decisión personalísima del rey intentar ser transparente, controlar el discurso, porque sabe que va a generar mucha inquietud y (des)información", ha explicado en Al Rojo Vivo el excorresponsal de 'Onda Cero' en Londres. Y es que Carlos III "prometió modernizar la monarquía y este es un acto en esa línea: la transparencia como mejor medicina", ha apostillado Pedro Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE.
Aunque tampoco falta quien aproveche para recomendarle que repose... abdicando en el Príncipe Guillermo.