Josep Hoar es paramédico del servicio de ambulancias en Reino Unido, donde el pasado lunes 23 de marzo el primer ministro, Boris Johnson, decretó el confinamiento obligatorio por la crisis del coronavirus.

Él, como todos los sanitarios que trabajan estos días para hacer frente al COVID-19, está más expuesto al virus, lo que su casera ha considerado motivo suficiente para echarle de casa.

En un mensaje enviado a través de Whatsapp ésta le explica que está preocupada porque el inquilino pueda propagar el coronavirus en la propiedad. Por ello, le pide que recoja sus cosas y se marche. "Es solo cuestión de tiempo que estés en contacto con el virus. ¿Puedes recoger tus cosas e irte a un Airbnb mañana?", le escribe en el mensaje.

También, la casera trata de justificarse asegurando que "normalmente nunca haría esto", pero que dadas las circunstancias "no vale la pena correr el riesgo".

La conversación ha sido publicada en Twitter, donde por dicho gesto la casera ha recibido numerosas críticas y Josep muchos mensajes de ánimo.

Finalmente, Josep ha querido agradecer a todos su preocupación y explica que un compañero de trabajo y amigo le ha dejado un sitio para quedarse. "Ha vuelto mi fe en la humanidad", asegura.

Desafortunadamente, el caso de Josep no es el único. Según informa el diario británico 'The Guardian', numerosos trabajadores sanitarios han denunciado que les han echado de sus casas por miedo al contagio del COVID-19. Para hacer frente a estas situaciones, Boris Johnson ha anunciado "medidas radicales para proteger a los inquilinos y prohibir los desalojos durante la pandemia" con una legislación de emergencia.