La capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, fue puesta en libertad después de ser arrestada en Italia por llevar sin permiso a 40 migrantes que había salvado en el Mediterráneo central al puerto italiano de Lampedusa.
Una decisión que ha suscitado la ira del ministro del Interior, Matteo Salvini, que no se había cansado de pedir cárcel para la activista.
La joven de 31 años estaba acusada de los delitos de resistencia o violencia contra nave de guerra y de intento de naufragio por haber chocado contra una patrulla de la Guardia de Finanzas durante la operación de atraque, cuando llevó a los migrantes a tierra. Fue arrestada, pero la jueza de Agrigento, Alessandra Vella, no ha convalidado la detención y ha rechazado ese delito, hasta el punto de que sostiene que actuó cumpliendo "un deber", el de salvar vidas en el mar, según recogen los medios.
El Ministerio del Interior detalló que el prefecto de Agrigento ya ha dispuesto que Rackete sea expulsada de Italia acompañándola a la frontera, una medida que aún debe ser aprobada por las autoridades judiciales.
La propia organización humanitaria expresó su alivio a través de las redes: "No había motivos para su arresto, ya que aquí la única irregularidad era hacer cumplir los derechos humanos en el Mediterráneo y asumir la responsabilidad en lugar de los Gobiernos europeos".