¿También líder divino?

Biblia en mano y entre oraciones: un narcisista Trump trata de postularse como el Mesías de EEUU

Entre líneas
Aunque la mayoría no alcanza a comprender las polémicas medidas que está imponiendo el republicano, las que son obvias son su ansias de hiperliderazgo.

Biblia en mano y entre oraciones: un narcisista Trump trata de postularse como el Mesías de EEUU
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Nadie sabe que es lo que quiere Donald Trump ante las polémicas e inexplicables medidas que está llevando a cabo desde que fue reelegido presidente de los Estados Unidos (EEUU). Lo que sí son obvias son sus ansias de hiperliderazgo, así como su narcisimo que muestra cada vez que abre la boca.

Prueba de ello, son declaraciones como que "esa guerra [en referencia a la que libran Rusia y Ucrania desde hace más de tres años] no hubiera comenzado si yo hubiera sido presidente"; o aquella que pronunció una vez había desatado la guerra arancelaria asegurando que el resto de países le estaban "besando el culo".

También recientes fueron sus palabras en relación a los jueces norteamericanos que ya se han visto obligados a frenar algunas de sus inciativas como la deportación masiva de migrantes. Una situación ante la que no dudaba en preguntarse "¿cómo los jueces pueden quitar esa autoridad a un presidente?".

"El gobernante tiene que ser ante todo amado por todos, pero cuando no se puede, que sea temido por todos, ahí se sitúa Trump", explicaba hace unos días en Al Rojo Vivo el filósofo David Pastor Vico. No obstante, el también escritor advertía, parafraseando a Maquiavelo, de que "lo peor no es ser temido por todos sino que es ser odiado por todos, porque una vez que se es odiado se dinamita la posibilidad de cualquier apoyo, acuerdo y los demás lo que hacen es unirse en su contra".

En definitiva, "cuidado con los narcisistas", zanjaba el filósofo. Precisamente, la impulsividad de Trump le llevó a fagocitar al Partido Republicano, en el que ahora escasean las voces independientes tras haberse convertido en el la formación del 'Make America Great Again' (MAGA). Entre estos pocos está la senadora Lisa Murkowski quien no dudó en subrayar que "todos", incluida ella, sienten "miedo" por Trump.

Un temor al que podría haber contribuido la explicación que él mismo ofreció tras su intento de asesinato en Pensilvania: "Mi vida fue salvada por una razón: fui salvado por Dios para hacer América grande otra vez", clamó durante la campaña electoral que lo llevó de vuelta a la Casa Blanca.

De hecho, durante una cena de celebración de pascua en el complejo presidencial de Washington, el republicano, Biblia en mano y entre oraciones, no ha dudado en destacar los esfuerzos de su Administración para combatir y denunciar el "sesgo anticristiano". "Con la ayuda de Dios, podemos superar cualquier desafío, triunfar sobre cualquier mal y restaurar la fe en EEUU". Así es como pretende dejar claro que se ha convertido en un Mesías para su país.