Deportó a migrantes a El Salvador
El Supremo de EEUU ordena la suspensión temporal de las deportaciones de Donald Trump basadas en la Ley de Enemigos Extranjeros
El contexto La Casa Blanca ha empleado esta ley para encarcelar en El Salvador a migrantes irregulares acusados de pertenencia a organización terrorista.

Resumen IA supervisado
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado al Gobierno de Donald Trump detener las expulsiones de migrantes irregulares en El Salvador, basadas en la Ley de Enemigos Extranjeros. Esta ley, utilizada por la Casa Blanca para encarcelar a personas acusadas de pertenecer a organizaciones terroristas, ha sido objeto de controversia. La decisión del Supremo, que cuenta con la oposición de los magistrados conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito, afecta a detenidos en el centro de Bluebonnet, Texas, acusados de pertenecer al Tren de Aragua. La Administración Trump justificó su uso, pese a que esta ley del siglo XVIII se destinaba a tiempos de guerra.
* Resumen supervisado por periodistas.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado al Gobierno de Donald Trump que suspenda las expulsiones amparadas en la llamada Ley de Enemigos Extranjeros que emplea la Casa Blanca para encarcelar en El Salvador a migrantes irregulares acusados de pertenencia a organización terrorista.
"Se ordena al Gobierno no trasladar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos desde Estados Unidos hasta nueva orden de este Tribunal", señala la orden del Supremo, con la opinión contraria de los magistrados conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito.
La orden afecta particularmente a los detenidos ahora mismo en el centro de detención de Bluebonnet, en el norte del estado de Texas, acusados de formar parte de la organización criminal Tren de Aragua. Al declarar a esta organización como entidad terrorista, la Administración Trump defiende que era legítimo que aplicase la polémica ley, redactada en el siglo XVIII para su uso en tiempo de guerra. Así, la Administración Trump acabó empleando la ley para expulsar "en caliente" a los migrantes que identificaban como miembros de esta organización criminal, independientemente de su estatus migratorio y sin cumplir el protocolo necesario.
Hasta el momento, la ley solo se ha aplicado en tres ocasiones en Estados Unidos, la más reciente durante la Segunda Guerra Mundial para recluir a civiles estadounidenses de origen japonés en campos de internamiento.