Los combustibles se han marcado un suelo en el euro y medio el litro y frente a ello los conductores se decantan por intentar buscar opciones más competitivas. Tanto es así que el mercadoha dado un vuelco: por primera vez hay más estaciones de servicio de marcas independientes que de Repsol, Cepsa y BP, las tres petroleras que, paradójicamente, se encargan de refinar el producto en España.

Según datos obtenidos por 'El Economista' a través de la CNMC, las llamadas gasolineras independientes prácticamente se han doblado en una década, desde los 2.987 hasta los 5.577 puntos de venta, lo que supone ahora el 44,1% de la cuota de la oferta de estaciones. Mientras, la suma de Repsol, Cepsa y BP apenas ha variado y se sitúa en 5.479 gasolineras. Lo que sí ha variado es su peso, descendiendo desde el 55,4% en 2013 hasta el 43,4% actual.

Las gasolineras independientes se rebelan contra el estigma que siempre han tenido y que pierde fuerza: "La clientela en algunas ocasiones pensaba que el producto era de menor calidad, y eso no es cierto, los productos vienen igualmente de las petroleras", defiende Nora Ríos, encargada de una estación de Euskadi Lowcost. Sin embargo, entre estaciones independientes también hay diferencias y recelos.

Entre las estaciones independientes, hay unas que crecen con mucha fuerza gracias a sus precios bajos, que son las automatizadas, las llamadas 'gasolineras fantasma', que al no tener empleados pueden ofrecer un producto todavía más competitivo. Ander Garrido, responsable de comunicación de Easygas, una de las marcas independientes, rechaza este tipo de estaciones porque "van en contra del empleo".

Las marcas conocidas de petroleras han reaccionado al mayor trasvase de clientes hacia los vendedores independientes y dan la batalla a través de la fidelización. Una oferta de descuentos más agresiva, tanto en producto como en ocio y otras energías, que premian la vinculación como clientes.