"El buen funcionamiento de los bancos griegos está garantizado por el Banco Central Europeo, no puedo comprender el alarmismo", ha afirmado Tsipras en una entrevista con la cadena local Skai. El líder izquierdista se mostró confiado en que no se celebrarán unas segundas elecciones después de los comicios del día 25 para los que ya ha pedido a los griegos que otorguen la mayoría absoluta.
"No quiero pensar en que el país tenga que celebrar unas segundas elecciones", dijo. Sobre las negociaciones que el nuevo Ejecutivo tendrá que reiniciar con los acreedores, Tsipras destacó que Grecia tratará "con las instituciones europeas y no por separado con Angela Merkel" y señaló que una negociación con Europa "no implica austeridad".
En este sentido, el viceportavoz del grupo parlamentario y uno de los líderes de la política económica de Syriza, Yannis Dragasakis, ha aseverado que en caso de ganar las elecciones, su partido tendrá hasta julio para negociar un acuerdo con los acreedores antes de que el país tenga serios problemas de liquidez. "No queremos crear problemas o emprender una acción unilateral, pero no vamos a gobernar con una pistola en la cabeza", destacó.
Las negociaciones con la troika, según Dragasakis, llevarán algún tiempo, pero deben concluir en julio, cuando Grecia tiene que devolver 6.700 millones de euros al Banco Central Europeo. A nivel de política interior, Tsipras remarcó que se compromete a restaurar, por ley, el salario mínimo de 751 euros tras una negociación colectiva, a mejorar la financiación de las pymes con medidas como el establecimiento de créditos blandos y a aumentar las pensiones menores de 700 euros.
Además, prometió derogar el polémico impuesto sobre bienes inmuebles (ENFIA) sobre la primera vivienda y dijo que se sustituirá por un sistema de tributario justo, que dejará exentos a la mayoría de los propietarios de primeras viviendas, "pero no a los que cuatro piscinas o empresas offshore". Tsipras acusó al candidato conservador de Nueva Democracia, el actual primer ministro Andonis Samarás, de "no tener argumentos" y por eso no querer medirse con él en un debate.
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