En los 7 años que lleva Petru en el negocio de los coches de alquiler, nunca se ha visto tan escaso de vehículos. Esto se debe a que para sobrevivir tuvo que vender la mitad de su flota "para hacer frente a la pandemia, a los suelos y alquileres".

Ahora no cubre la demanda porque no puede reponer coches, no hay mercado. Las grandes compañías retienen los viejos, pero la demanda se resiente. La principal patronal del sector FENEVAL asegura que cuentan con 600.000 coches, es decir, un 27% menos que en 2019, que alcanzaban los 820.000 vehículos.

La respuesta a esto se debe a que "están fabricando muy pocos por la falta de microchips", explica la presidenta de AESVA, Ana María García. No obstante, el sector también se queja de que no están siendo clientes prioritarios para los fabricantes. "Se los están vendiendo a otros sectores o a particulares. Es una cosa que le pedimos a los fabricantes que la cuota se equilibren", demanda García.

Asimismo, la escasez del alquiler se extiende ya un año y sigue encareciendo los precios para el verano. En la misma compañía, que alquilar un coche en el aeropuerto de Palma de Mallorca en julio de 2021 costaba 880 euros con un mes de antelación, ahora buscándolo con el triple de antelación cuesta 970 euros.

Un crecimiento de precios afecta a los modelos más económicos, que juntos con la subida de los carburantes hará que se compliquen las vacaciones para muchos veraneantes.