La economía española creció el 0,9 % entre abril y julio, una décima más que en el trimestre anterior, gracias a la fortaleza del consumo de los hogares y a pesar de la desaceleración de la inversión y las exportaciones, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

En comparación interanual, la economía creció un 3,1 %, de los que 2,4 puntos porcentuales fueron aportados por la demanda nacional, consumo e inversión, y 0,7 puntos provinieron del sector exterior de exportaciones e importaciones.

El empleo aceleró su ritmo de crecimiento anual en tres décimas, al aumentar un 2,8 %, lo que se tradujo en 480.000 nuevos puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en el último año.