El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha afirmado que la "planificación" de las participaciones preferentes fue "perfectamente legítima" y que esta entidad, al igual que "muchas" otras, se vieron "abocadas" a emitirlas por cambios normativos que les obligaron a incrementar sus niveles de solvencia.
En un escrito remitido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, el abogado de Blesa defiende que la emisión de estos productos en mayo de 2009 fue además "rigurosamente adecuada a los requisitos y normativa exigibles" y que, "en modo alguno, existía una situación de insolvencia, real o potencial, presente o previsible que se pretendiera simular o encubrir" con ella.
De hecho, prosigue, en la fecha de la emisión de las participaciones preferentes, Caja Madrid contaba con unos recursos propios de 12.027 millones de euros, con lo que tenía un superávit de recursos propios de 2.042 millones de euros.
No obstante, Blesa apela al instructor para que tenga en cuenta que en 2008, el Real Decreto 216/2008, de 15 de febrero, de recursos propios de las entidades financieras, exigió mayores niveles de recursos propios, considerando como tales, y de primer nivel, las participaciones preferentes.
La "nueva normativa" fue esencial para que las entidades financieras, ante los nuevos requerimientos de capital, "se vieran abocadas a fortalecer sus recursos propios a través de estos instrumentos financieros", y es lo que hicieron muchas de ellas, precisa.
Asimismo, hace hincapié en que la entidad cumplió todos los requisitos legales, y contó con las autorizaciones del Banco de España y la CNMV, que aprobó el folleto de emisión.
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